BUSCAR EN TAI CHI DEL PARQUE

24.12.09

Que en este momento del año...



Que en este momento del año logre soltar todo aquello que ya no es necesario en mi vida, que pueda ver hacia adelante el brillo de mi futuro y le de amor a todos lo que me rodean.

Gracias por el 2009.

Yo.

Tai Chi del Parque
Marcela Thesz





14.12.09

El prejuicio y la energía


Prejuzgar significa juzgar algo antes de tiempo sin tener completo conocimiento de aquello que se juzga. Implica tomar una decisión anticipada sobre lo que sucederá.

Cuando tenemos un prejuicio, lo que hacemos es definir cómo debe actuar nuestra energía, en función del mismo. Creamos una intención energética para lograr un objetivo definido por el prejuicio, cortando la posibilidad de que surjan otros resultados de la situación que vivimos.

Supongamos que estamos en la situación A, que tiene como posibles desenlaces las opciones B, C y D pero anticipadamente pensamos que el resultado será C. No sabemos muy bien como ni porqué, simplemente nuestra creencia, cultura, idiosincrasia, experiencia personal o estupidez, nos llevan a descartar las opciones B y D sin mayor justificación. Inexorablemente buscaremos el resultado C, dirigiendo nuestra energía en pos del mismo y, aunque existiera la posibilidad de lograr las otras opciones, será casi imposible verlas o alcanzarlas.

Por ejemplo, situación A) busco la billetera antes de salir a trabajar y no la encuentro y pienso: B) la perdí, C) me la robaron, D) me la escondió mi hijo jugando. Una breve auto-evaluación indica que soy una persona ordenada, descartando la opción B y que mi hijo nunca juega con mis cosas, descartando la opción C. Conclusión: me robaron la billetera. De todos modos reviso un poco la casa a ver si aparece pero no la encuentro. Busco acá, busco allá pero no está, no la veo. ¡Es que me la robaron! Me voy a trabajar.

Cuando regreso a la noche, después de haberme comprado una billetera nueva y haber denunciado las tarjetas de crédito, veo la billetera sobre la mesa y mi pareja me dice: “Te olvidaste la billetera, se había caído detrás del mueble y ya la encontré mientras limpiaba”. La billetera se había perdido en la casa (opción B) pero yo nunca la iba a encontrar porque firmemente había decidido que me la habían robado.

El problema surge cuando el resultado decidido por el prejuicio es imposible de lograr porque no existe o no puede existir. A veces las situaciones están ya definidas, en función de otras energías que interactúan con la nuestra, y los resultados son distintos, pero como nosotros no lo sabemos, vamos en pos algo que nunca lograremos alcanzar. Si la billetera la hubieran robado y yo creo que la perdí, aunque busque y busque, la billetera ya no existe. Entonces la energía está enfocada en lograr algo imposible y cuánta energía gastamos en eso, derrochando!

Cada vez que le decimos a la energía “No, por acá no!” estamos forzando su circulación y cortando la fluidez, dirigiéndonos a destinos irreales o imposibles.

El prejuicio lo realiza la mente racional ignorando la mente emocional, que es la que siente. En el tai chi aprendemos a no prejuzgar al adversario ni a su energía. Buscamos sentir al otro y a partir de ceder ante su fuerza, podemos tomar la decisión correcta desde el centro de uno mismo, con equilibrio, enraizamiento y atención. Una vez que hemos ponderado todas las peculiaridades de la situación, actuamos, conectándonos con la energía y siguiéndola sin despegarnos. De esta manera elegimos siempre la opción correcta, porque en realidad no es una elección sino la misma energía que llega a donde debe llegar.

Estos conceptos se practican en el tai chi desde el empuje de manos o “tui shou”. El trabajo en parejas permite ejercitar los conceptos de ceder, fluir, sentir, concertarse y seguir. Les recomiendo este artículo que tiene una muy buena explicación de esta técnica.




Ejemplos de prejuicios que realizamos a diario:
- Está comida me caerá mal.
- Esa persona no me gusta (sin conocerla).
- Si te subís al árbol te vas a caer.
- ¡Ten cuidado! (asumimos que le va a pasar algo malo).
- No salgas sola de noche porque es peligroso.
- Estás mal vestido o tu cabello es un desastre.
- Todos los pobres roban, son alcohólicos o drogadictos.
- Todos los ricos son avaros, interesados y fríos.

Solo algunos ejemplos de cómo limitamos nuestras opciones a partir de los prejuicios diarios. Los invito a confesar los propios.

Tai Chi del Parque – Instructora Marcela Thesz – Córdoba, Argentina.

7.12.09

¿Por qué nos apuramos a fin de año?


Los seguidores de Facebook respondieron esta pregunta hace unos días. Mi intención era generar un artículo a partir de las distintas visiones de las personas, en un pequeño intento de llevar este blog hacia la web 2.0.

La mayoría coincidió en que nos apuramos en esta época porque queremos llegar a hacer todo eso que queríamos hacer este año y al darnos cuenta que solo nos quedan días nada mas, nos estresamos, porque evidentemente nos quedarán cosas sin hacer!

Leticia dijo: “Porque al acabar el año nos damos cuenta de todo lo que queríamos haber hecho y no hicimos...”

Julián dijo: “
Porque siempre dejamos todo para mas adelante, y en un momento decís: me queda 1 mes del año y ahí empezás a acelerar. Falta de planificación.”

Cuando no logramos hacer aquello que deseábamos es porque la energía ha tomado otros cauces. Esto sucede por tres factores: el interno o la incapacidad de mantener la focalización de nuestra mente respecto a su objetivo. La mente dirige la energía y si la mente se dispersa, la energía también. Si en el camino hacia nuestro objetivo, algo nos interrumpe (una mosca, un suceso, una emoción) la energía cambia su rumbo hacia el nuevo foco de atención y entonces aquello que queríamos lograr inicialmente queda inconcluso.

El factor externo tiene que ver con las circunstancias que posibilitan o no el flujo de la energía. Puede ser que logremos mantener nuestra mente focalizada pero que surjan infinidad de inconvenientes que retrasan el proceso. Por ejemplo, si en pleno invierno deseamos comprar un traje de baño, aunque mantengamos esa intención firme, la tarea resultará bastante ardua, ya que no es una prenda de temporada. Así también sucede cuando queremos cambiar de trabajo en época de recesión. El objetivo se puede lograr pero con mayor esfuerzo y a veces los obstáculos finalmente nos vencen. Otras veces la energía nos muestra que nos es momento aun de hacer lo que deseamos.

El tercer factor es el cambio de prioridades o de foco de manera conciente. No siempre aquello que queríamos lograr a comienzos del año sigue siendo importante a esta altura. Eso nos lleva a cambiar nuestra intención mental priorizando otras cosas y la energía se desvía de su rumbo original.

En cualquiera de las tres situaciones debemos comprender que hemos logrado hacer lo que ha sido posible hacer en función de la situación de uno y su entorno. ¿Quién sabe si realmente era más lo que debía hacer este año o justamente lo que hizo?

Florencia dijo: “Pareciera que hay cosas que uno no puede ver hasta que están a 2 centímetros de tu nariz, tal vez la falta de tiempo es una de ellas! O también puede ser eso de que uno no aprecia lo que tiene hasta que lo pierde... incluido el tiempo y las oportunidades de HACER!”

En nuestra cultura occidental el ocio está mal visto. Las actividades no productivas, en sentido económico o con un resultado material tangible, son una pérdida de tiempo. El tiempo nunca se pierde porque el mismo tiempo es una ilusión. Y las actividades que realizamos en el tiempo, en el día, en el año, solo si son medidas con la vara de la productividad entran en las categorías de pérdida o ganancia.

Cuando mentalmente perdemos el foco en nuestro objetivo, aquello que deseamos lograr, puede ser porque hay otra cosa más importante que vivir en ese momento. Si en vez de estudiar y rendir 20 materias nos entregamos a la lectura de libros o revistas o a escuchar música, simplemente hemos utilizado el tiempo para hacer otra cosa que también deseábamos hacer. Puede ser que hayamos dejado pasar oportunidades pero hemos aprovechado otras. La clave está en disfrutar aquello que estamos haciendo, cualquier cosa que sea, comprendiendo que estamos haciendo exactamente lo que podíamos hacer porque es a donde nuestra propia energía nos ha llevado.

Vanesa dijo: “…no sabemos vivir en el Aquí y Ahora. Nos metemos en el pasado que no podemos modificar (si hubiera hecho, si le hubiera dicho...) y nos comenzamos a hacer problema y angustiarnos por un futuro que aún no pasó.”

Linda dijo: “… no sabemos vivir el presente, es como que el apurarnos nos da la sensación la ilusión de que vamos a poder realizar todo aquello que nos quedó pendiente de este año, olvidándonos de vivir el día a día, disfrutando las bendiciones de cada día que comienza...”

Vivir en el aquí y el ahora, que en tai chi trabajamos desde en enraizamiento, es lo que nos permite focalizar la mente y ser plenamente conscientes de lo que estamos haciendo. Esa conciencia es la que nos da la capacidad de corregir el curso de las cosas. Si mi mente se dispersa y pierdo el foco en el objetivo, cuanto mas rápido tomo conciencia de esa desviación, mas rápido puedo volver a focalizarme en lo que deseo. Esto solo se logra estando enraizados, sintiendo esta tierra que hay bajo los pies, con la mente dentro del cuerpo, sintiendo el mismo y lo que lo rodea, estando presente en el entorno.

Si la mente está en el pasado, lamentando lo que no logró o lo que no pudo ser; si la mente está en el futuro, soñando con lo que será, simplemente ¡no está aquí ni ahora! Uno no se encuentra enraizado y no puede sentir lo que está sucediendo. Entonces sucede cualquier cosa.

El pasado no es sólo aquello viejo y antiguo, es también aquello que sucedió esta mañana. El futuro no es solo dentro de unos años, sino también aquello que tengo que hacer esta noche. El aquí y ahora es este mismo momento, este segundo y este mismo lugar, esta silla en la que estoy sentado. Nada más que eso. Cuando tu mente se encuentra 100% en este mismo momento puede decirle a tu energía que haga cualquier cosa que desees. El secreto es mantener esa intención desde ahora hasta que logres tu deseo.

Javier dijo: “… Fin de año es sinónimo de cambios, de un nuevo inicio, nuevas oportunidades y hay cierto optimismo y anhelo de cambios que vienen con el mismo. Salimos del letargo del invierno y el calor nos despierta, nos da más vitalidad, nos hace ver que el tiempo paso, es vida, y como tal queremos vivirla, pero al no darle continuidad, no fluimos y necesitamos esa marca temporal ficticia para largar de nuevo la carrera. Porque así la vemos y así la llevamos, como una carrera. Y creo que al final, asi, no llegamos a nada.”

¿Qué pasa si consideramos que no hay tal fin? En el proceso de transformación de la energía no hay fin, el yin se convierte en yang y viceversa, continuamente y constantemente. Todo el tiempo! Si se frena el proceso, si hay un fin, deja de existir.

Siempre digo en las clases “no se apuren en hacer el último movimiento de la serie”. Las personas se apuran porque viene el cambio. Pero ese cambio no está relacionado con un calendario, con un día específico, sino con el propio ritmo interno.

El calendario gregoriano es una convención mundial instaurada hace apenas 400 años y válida a nivel mundial (o sea que todos los países lo aceptan) recién desde principios del 1900. El ser humano está presente en este mundo hace más de 10.000 años.

Pero vivimos en este mundo, en esta realidad y a fin de año tenemos vacaciones, los chicos no tienen clases, se cierran los balances económicos y tantas otras cosas. En función de las estaciones del año, el cambio de estado, es decir la mutación de yang (primavera, verano) a yin (otoño, invierno) no se da sino hasta marzo. A fines de diciembre ni siquiera estamos en el máximo yang que genera el yin. ¿Por qué deberían entonces concluir los procesos internos cuando aun no es tiempo? Toda nuestra creatividad y ganas de hacer deberían continuar hasta el fin del verano, momento de plena concreción para luego cosechar y almacenar.

No nos quedemos atados a lo que no hemos logrado antes del 31 de diciembre. Es solo una fecha que representa una forma de comunicación entre todas las personas de este mundo, como lo es levantar la mano para saludar o una carita feliz. La energía y su forma de interactuar y manifestarse nada tienen que ver con esta fecha.

La energía es sabia y siempre nos da lo que necesitamos y nos lleva a donde debemos estar. Solamente debemos confiar en ella.

No se apuren este diciembre, disfruten cada día, porque es un día más. No hay cuenta regresiva.

Tai Chi del Parque – Instructora Marcela Thesz – Córdoba, Argentina.


3.12.09

Cinco categorías de qigong

Por el Dr. Yang, Jwing-Ming.

Es muy importante lograr que la energía (Qi) circule de manera suave y continua por el cuerpo. Muchos y diversos ejercicios de qigong han sido creados para lograr esto y los mismos se pueden generalizar dentro de cinco categorías en función del propósito final de la práctica.

Qigong para mantener la salud
El mayor propósito de estos ejercicios de qigong es, en primer lugar, lograr calma mental y espiritual, paz y armonía. Con este equilibrio mental, uno luego puede incorporar más ejercicios para mantener la circulación de la energía. En esta categoría de qigong se utilizan tanto posturas estáticas como movimientos meditativos.

Se cree que muchas enfermedades son causadas por los excesos mentales y emocionales que cometemos. Estas emociones desgastan la energía y generan estancamientos en los meridianos y órganos del cuerpo causando enfermedad. Por ejemplo, la depresión puede causar úlceras estomacales e indigestión. La ira lleva a un mal funcionamiento de hígado. La tristeza causa compresión y rigidez en los pulmones y el miedo disturba los riñones y la vejiga. Los practicantes de qigong son conscientes de que para eliminar la enfermedad el primer paso es equilibrar y relajar los pensamientos. Esto se llama “regular la mente”. Cuando la mente se encuentra calma y uno es emocionalmente neutral, la energía automáticamente se regula y corrige los desequilibrios.

En las posturas estáticas de qigong, diseñadas para mantener la salud, la intención principal es deshacerse de los pensamientos para que la mente esté tranquila y calmada. Cuando uno entra en ese estado de paz, el flujo de pensamientos y emociones se desacelera, y uno se siente mental y emocionalmente en equilibrio. Este tipo de ejercicios meditativos pueden compararse con una práctica de autocontrol emocional. Cuando uno está en el estado de “no pensamiento” se encuentra relajado y la energía circula naturalmente de manera fluida y fuerte, limpiando las obstrucciones que encuentra a su paso y por ende, manteniendo la salud.

Los antiguos médicos chinos descubrieron que ciertos movimientos incrementaban la circulación de energía alrededor de los órganos internos. Algunos de estos movimientos son similares a los que realizan los animales. Es claro que para que un animal sobreviva en un ámbito salvaje debe tener un instinto sobre cómo protegerse. Parte de este instinto está relacionado con proteger su energía y como restaurarla. Los humanos hemos perdido gran parte de estos instintos a través de los años en los que nos hemos ido alejando de la naturaleza. Algunos ejemplos de este tipo de qigong es el de “Los cinco animales” y “Las ocho piezas del brocado”.

Pero durante cientos de años, los practicantes de qigong se han observado a si mismos y también a la naturaleza y han aprendido que la circulación energética cambia con las estaciones y que es necesario realizar ajustes de acuerdo a las mismas para mantener la salud. También aprendieron que en cada estación los problemas de salud se orientaban siempre hacia determinados órganos y síntomas. Por ejemplo, a principio de otoño los pulmones deben adaptarse al aire mas frío y seco que uno respira. Mientras el cuerpo realiza esta adaptación, los pulmones se encuentran más susceptibles y las personas entonces contraen resfríos más fácilmente.

El sistema digestivo también se ve afectado con los cambios estacionales. El apetito puede variar y haber diarrea o constipación. Cuando la temperatura desciende los riñones y la vejiga pueden traer problemas. Cuando el funcionamiento de los riñones pierde su armonía podemos sentir dolor en la parte baja de la espalda. Entonces, focalizando en los desordenes estacionales, se crearon movimientos de qigong orientados a acelerar los procesos de adaptación. Un ejemplo puede ser el “qigong de las cuatro estaciones”.

Qigong para curar enfermedades
Algunos movimientos no solo permiten mantener la salud sino también curar ciertas enfermedades. Utilizando sus conocimientos sobre el Qi, los médicos chinos investigaron hasta desarrollar variados movimientos que pueden ayudar a curar algunas enfermedades y deficiencias en la salud de las personas. Naturalmente, no eran muy distintos al resto de los movimientos de qigong ya que muchas de las enfermedades son causadas por desequilibrios en la energía. Cuando el desequilibrio se da durante un tiempo prolongado, los órganos comienzan a verse afectados y físicamente dañados. Mientras que el desequilibrio se encuentra solo en el plano de la energía, sin causar aun daño físico, los movimientos de qigong orientados a mantener la salud pueden utilizarse para reajustar la circulación y tratar el problema.

Sin embargo, si la enfermedad es mas seria y los órganos se encuentran afectados, la situación es más crítica. En este caso, un tratamiento específico es necesario. Este tratamiento puede ser realizado con acupuntura, hierbas o una operación. Algunos ejercicios de qigong están diseñados para acelerar los procesos de curación o también curar la enfermedad. Por ejemplo, las úlceras y el asma pueden curarse con simples ejercicios de qigong. Recientemente, tanto en China como en Taiwán, se ha demostrado que ciertos ejercicios de qigong son efectivos en el tratamiento de determinados tipos de cáncer.

La digitopuntura y el masaje qigong también son utilizados, en vez de agujas, para ajustar los desequilibrios energéticos. Esto es realizado por expertos en qigong que utilizan su propio Qi para restablecer el de los pacientes. Son prácticas antiguas chinas y japonesas como el shiatzu.

Qigong para prolongar la vida
Las categorías anteriores de qigong permiten mantener la salud y curar enfermedades de acuerdo a teorías y principios simples y conservadores de la medicina china. Una exploración mas profunda llevó a los practicantes hacia la búsqueda de un método para, no solo mantener la salud, sino también aumentar la circulación de energía y fortalecer los órganos. Alrededor de un estilo más agresivo de qigong, buscaron superar el curso de la naturaleza, rechazando la idea de que la vida de una persona depende de su destino. Creían que si lograban comprender el curso de la naturaleza por completo (el Tao) lograrían encontrar un forma de alargar la vida.

Durante más de 900 años de investigación, los meditadores de qigong descubrieron como ralentizar la degeneración de los órganos, que es la clave para prolongar la vida. Existieron en la historia muchos budistas y taoístas que vivieron más de 150 años. Se dice en estos ámbitos que “quien muere a los 120 años, muere joven”.

Desafortunadamente, este entrenamiento de qigong ha sido secreto durante mucho tiempo. Recién en los últimos 20 años estas teorías y métodos han salido a la luz. Un ejemplo de ejercicios de qigong de esta categoría es el “lavado de medula/cerebro” cuya finalidad es potenciar la circulación energética en la médula y el cerebro para mantenerlo saludable y joven.

La médula produce la mayoría de los glóbulos de la sangre que a su vez llevan nutrientes a los órganos y otras células del cuerpo y permiten la eliminación de toxinas. Cuando la sangre es saludable y la circulación funciona correctamente, el cuerpo completo se encuentra bien nutrido y saludable y entonces logra resistir a las enfermedades. Cuando la médula es limpia y joven produce gran cantidad de glóbulos sanos que realizaran su trabajo eficientemente. Todo el cuerpo se mantendrá saludable y los órganos no se degenerarán.

Aunque esta teoría parece simple, el entrenamiento es difícil. Primero es necesario aprender a potenciar la energía y llenar los ocho meridianos extraordinarios y luego aprender a llevar la energía hacia la médula para “lavarla”. Excepto en el caso de taoístas y budistas, muy pocas personas llegan a los 150 años. La razón de ello es que el proceso de entrenamiento es largo y arduo. Es necesaria una mente limpia y un estilo de vida simple para poder concentrarse enteramente en el entrenamiento. Sin una vida pacifica, el entrenamiento no será efectivo. Este es el motivo por el que los monjes viven alejados en las montañas. Esto no es posible para una persona común, pero de todos modos una práctica regular de qigong podrá brindar longevidad y vitalidad.

Qigong para las artes marciales
Durante la dinastía “Liang” los artistas marciales utilizaban el qigong para aumentar la efectividad de su arte. Este entrenamiento también permite mejorar la salud y se utiliza ampliamente en la actualidad. Sin embargo, algunos artistas marciales recurren a ciertos ejercicios de qigong, que saben que perjudican su salud, pero con los que también logran mejorar su habilidad marcial. Un ejemplo de este tipo de qigong es el de la “palma de hierro”, comúnmente practicado por artistas marciales de diversos estilos.

Qigong para la iluminación
Los taoístas y budistas utilizaban también el qigong para alcanzar niveles superiores a los de las personas comunes, buscando la iluminación. El objetivo es encontrar una forma para elevarse por sobre el sufrimiento humano natural y escapar de los ciclos de continua reencarnación. Para lograr esto, el “lavado de medula/cerebro” también es necesario, ya que permite que la energía se dirija a la cabeza, donde el espíritu reside y elevar la energía del cerebro.


--------------------------------
Artículo original:
Five Qigong Categories
by Dr. Yang, Jwing-Ming, November 18, 2009
http://www.ymaa.com/articles/five-qigong-categories
©2009 YMAA



Tai Chi del Parque – Instructora Marcela Thesz – Córdoba, Argentina.