Mucho tiempo atrás, una joven llamada Li-li contrajo matrimonio y se fue a vivir con su marido y la madre de éste, su suegra.
En muy poco tiempo Li-li descubrió que no podría llevarse bien con su suegra. Sus personalidades eran muy diferentes y Li-li se enojaba por muchos de los hábitos de su suegra. Además, la suegra criticaba a Li-li constantemente.
Pasaron días y semanas, Li-li y su suegra nunca paraban de discutir y pelear. Pero lo que hacia que la situación fuera peor era que de acuerdo a la tradición china, Li-li debía reverenciar a su suegra y obedecerla en todo sus deseos. Toda esta ira e infelicidad en la casa causaba gran estrés en el pobre marido.
Finalmente Li-li no pudo aguantar más a su suegra y su carácter dictatorial y decidió hacer algo al respecto. Li-li fue en busca de un buen amigo de su padre, que vendía hierbas. Le contó la situación y le preguntó si podría darle alguna poción para resolver el problema de una vez por todas.
El herbolario meditó por un rato y finalmente le dijo a Li-li que la ayudaría con su problema, pero que era necesario seguir ciertas instrucciones al pie de la letra. Si, respondió Li-li, “haré cualquier cosa que usted me diga.”
El herbolario fue entonces en busca de las hierbas y cuando retornó le dijo: “No puedes utilizar una poción que actúe rápidamente para deshacerte de tu suegra, porque generarás sospechas. Por lo tanto, te doy una serie de hierbas que lentamente envenenarán su cuerpo. Cada día debes preparar alguna carne y poner un poco de estas hierbas en el plato de tu suegra. Ahora, para que nadie sospeche de ti cuando ella muera debes ser muy cuidadosa y actuar amigablemente con ella. No discutas y obedece sus deseos, trátala como una reina, y así nadie sospechará que la envenenaste.”
Li-li estaba tan contenta. Agradeció al herbolario y corrió a su casa para comenzar con el plan de envenenar a su suegra. Semana tras semana y mes tras mes, cada día Li-li le servía las hierbas con la comida a su suegra. Recordaba lo que le había dicho el herbolario sobre evitar sospechas, así que controlando su propio temperamento, Li-li obedecía a su suegra y la trataba como si fuera su propia madre.
Luego de seis meses, todo el ambiente en la casa había cambiado. Li-li había controlado tanto su temperamento que casi nunca se enojaba o molestaba. No había discutido con su suegra en estos seis meses y ahora ella se mostraba mucho más amable y receptiva.
La actitud de su suegra hacia Li-li también había cambiado. Comenzó a quererla como a una hija. Les decía a sus familiares y amigos que Li-li era la mejor nuera que podría haber encontrado. Ahora Li-li y su suegra se trataban mutuamente como si fueran madre e hija. El marido estaba muy contento con esta situacion.
Un día Li-li fue a ver al herbolario para que solicitar su ayuda nuevamente. Le dijo: “Ayúdeme ahora con otra poción que evite la muerte de mi suegra! Ella ha cambiado tanto y es tan buen mujer ahora que no deseo ya que muera!”
El herbolario sonrió y le respondió: “No debes preocuparte. Nunca te di realmente ningún veneno. Las hierbas simplemente eran para mejorar la salud de tu suegra. El verdadero veneno se encontraba en tu mente y tu actitud hacia ella, pero éste ha desaparecido cuando le has dado amor y tratado amablemente.”
“Las personas que aman a otros, serán amadas.” Proverbio chino.
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Artículo original:
“The Poison of Love” by Dr. Yang, Jwing-Ming.
http://www.ymaa.com/articles/poison-of-love
Tai Chi del Parque – Instructora Marcela Thesz – Córdoba, Argentina.
En muy poco tiempo Li-li descubrió que no podría llevarse bien con su suegra. Sus personalidades eran muy diferentes y Li-li se enojaba por muchos de los hábitos de su suegra. Además, la suegra criticaba a Li-li constantemente.
Pasaron días y semanas, Li-li y su suegra nunca paraban de discutir y pelear. Pero lo que hacia que la situación fuera peor era que de acuerdo a la tradición china, Li-li debía reverenciar a su suegra y obedecerla en todo sus deseos. Toda esta ira e infelicidad en la casa causaba gran estrés en el pobre marido.
Finalmente Li-li no pudo aguantar más a su suegra y su carácter dictatorial y decidió hacer algo al respecto. Li-li fue en busca de un buen amigo de su padre, que vendía hierbas. Le contó la situación y le preguntó si podría darle alguna poción para resolver el problema de una vez por todas.
El herbolario meditó por un rato y finalmente le dijo a Li-li que la ayudaría con su problema, pero que era necesario seguir ciertas instrucciones al pie de la letra. Si, respondió Li-li, “haré cualquier cosa que usted me diga.”
El herbolario fue entonces en busca de las hierbas y cuando retornó le dijo: “No puedes utilizar una poción que actúe rápidamente para deshacerte de tu suegra, porque generarás sospechas. Por lo tanto, te doy una serie de hierbas que lentamente envenenarán su cuerpo. Cada día debes preparar alguna carne y poner un poco de estas hierbas en el plato de tu suegra. Ahora, para que nadie sospeche de ti cuando ella muera debes ser muy cuidadosa y actuar amigablemente con ella. No discutas y obedece sus deseos, trátala como una reina, y así nadie sospechará que la envenenaste.”
Li-li estaba tan contenta. Agradeció al herbolario y corrió a su casa para comenzar con el plan de envenenar a su suegra. Semana tras semana y mes tras mes, cada día Li-li le servía las hierbas con la comida a su suegra. Recordaba lo que le había dicho el herbolario sobre evitar sospechas, así que controlando su propio temperamento, Li-li obedecía a su suegra y la trataba como si fuera su propia madre.
Luego de seis meses, todo el ambiente en la casa había cambiado. Li-li había controlado tanto su temperamento que casi nunca se enojaba o molestaba. No había discutido con su suegra en estos seis meses y ahora ella se mostraba mucho más amable y receptiva.
La actitud de su suegra hacia Li-li también había cambiado. Comenzó a quererla como a una hija. Les decía a sus familiares y amigos que Li-li era la mejor nuera que podría haber encontrado. Ahora Li-li y su suegra se trataban mutuamente como si fueran madre e hija. El marido estaba muy contento con esta situacion.
Un día Li-li fue a ver al herbolario para que solicitar su ayuda nuevamente. Le dijo: “Ayúdeme ahora con otra poción que evite la muerte de mi suegra! Ella ha cambiado tanto y es tan buen mujer ahora que no deseo ya que muera!”
El herbolario sonrió y le respondió: “No debes preocuparte. Nunca te di realmente ningún veneno. Las hierbas simplemente eran para mejorar la salud de tu suegra. El verdadero veneno se encontraba en tu mente y tu actitud hacia ella, pero éste ha desaparecido cuando le has dado amor y tratado amablemente.”
“Las personas que aman a otros, serán amadas.” Proverbio chino.
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Artículo original:
“The Poison of Love” by Dr. Yang, Jwing-Ming.
http://www.ymaa.com/articles/poison-of-love
Tai Chi del Parque – Instructora Marcela Thesz – Córdoba, Argentina.