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16.10.08
La grulla blanca extiende sus alas
La grulla es un animal grácil y de movimientos fluidos como los de toda ave. Para lograr la esencia del movimiento “la grulla blanca extiende sus alas” debemos observar a la grulla batiendo sus alas hasta sentir que nuestros brazos y manos pueden asimilar ese movimiento.
El movimiento de la grulla es esencialmente defensivo y representa en todos sus aspectos el equilirbio entre el yin y el yang.
Responde, por ejemplo, a un ataque al cuello donde a partir de tomar la esfera, un brazo gira hacia abajo y afuera y el otro hacia arriba y afuera liberándose de las manos del adversario. También este movimiento permite interceptar dos golpes seguidos del adversario, uno al estómago y otro a la cabeza, defendiendo el primero con el brazo que abre hacia abajo y el segundo con el que abre hacia arriba.
La energía del movimiento inicia en la tierra, yin, y concluye en la cabeza, yang. Es decir que, desde el enraizamiento, sube la energía por las piernas hasta el centro del pecho desde donde se abre hacia las manos a través de la ondulación y sigue luego hasta la coronilla.
Los brazos también responden al yin y al yang. El brazo que se abre ascendiendo es de esencia yang y el brazo que desciende es yin. Es muy importante lograr armonía entre estos dos movimientos ya que son igualmente importantes. Teniendo en cuenta la aplicación marcial de “la grulla blanca extiende sus alas”, si sólo se mueve un brazo (generalmente se enfoca en el yang) no se logra el objetivo defensivo del movimiento ya que existe la posibilidad de recibir otro golpe desde el brazo del adversario que no ha sido anulado.
Comprender la aplicación marcial por un lado y la esencia energética por el otro permite realmente ejecutar el movimiento desde su completa complejidad. La armonía entre la parte yang y la parte yin del movimiento lleva a ejecutarlo marcialmente de manera correcta. La aplicación marcial adecuada permite mover la energía interna y llevarla al equilibrio yin-yang.
La grulla es el animal relacionado con el elemento metal por lo que el poder defensivo de este movimiento es firme y estremecedor. También este movimiento se relaciona con la energía de la madera ya que surge del enraizamiento y tiene el poder de dividir la fuerza del adversario en dos.
Para lograr la finalidad del movimiento es importante poder mantener sin tensión las articulaciones del brazo (hombro, codo y muñecas) y las manos también relajadas, permitiendo que la expansión del pecho a partir de la energía de la tierra genere el movimiento en los brazos, justamente de la misma manera que las aves realizan su vuelo.
Tai Chi del Parque – Córdoba, Argentina – Instructora Marcela Thesz