BUSCAR EN TAI CHI DEL PARQUE

30.1.12

Buscar la felicidad



“Buscar la felicidad fuera de nosotros es como espera el sol en una gruta orientada al norte.” Adagio tibetano.

“Aunque todas las personas intentan de uno u otro modo ser felices, hay una gran distancia entre la aspiración y la realización. Ese es el drama de los seres vivos. Temen la desgracia, pero corren hacia ella. Quieren la felicidad, pero le dan la espalda. Los propios medios para paliar el sufrimiento a menudo sirven para alimentarlo. ¿Cómo es posible que se produzca ese trágico engaño? Porque no sabemos lo que hay que hacer. Cometemos la torpeza de buscar la felicidad fuera de nosotros, cuando es esencialmente un estado interior. Si se originase en el exterior, siempre estaría fuera de nuestro alcance. Nuestros deseos son ilimitados y nuestro control de mundo, restringido, temporal y casi siempre, ilusorio.

Tejemos vínculos de amistad, formamos una familia, vivimos en sociedad, logramos mejorar las condiciones materiales de nuestra existencia… ¿basta eso para definir la felicidad? No. Se puede ser muy desdichado teniéndolo aparentemente “todo para ser feliz”, y a la inversa, permanecer sereno en la adversidad. Es muy ingenio creer que las condiciones externas garantizarán por si solas la felicidad. Despertar de ese sueño puede resultar muy doloroso. (…) El fracaso, la ruina, la separación, la enfermedad y la muerte están en todo momento dispuestos a reducir a cenizas nuestro pequeño rincón de paraíso.

No dudamos en estudiar durante quince años, en formarnos profesionalmente a veces durante varios años mas, en hacer gimnasia para mantenernos sanos, en pasar gran parte de nuestro tiempo mejorando nuestro confort, nuestras riquezas y nuestra posición social. A todo eso dedicamos muchos esfuerzos. ¿Por qué dedicamos tan pocos a mejorar nuestra situación interior?  ¿No es ella la que determina nuestra calidad de vida? ¿Qué extraño temor, indecisión o inercia nos impide mirar dentro de nosotros, tratar de comprender la naturaleza profunda de la alegría y la tristeza, del deseo y el odio? Se impone el miedo a lo desconocido y la audacia de explorar el mundo interior se detiene en la frontera de nuestra mente. (…)

Cuando, desamparados frente a ciertos sufrimientos interiores, no sabemos como aliviarlos, nuestra reacción instintiva es volvernos hacia el exterior. Nos pasamos la vida “chapuceando” soluciones improvisadas, intentando reunir las condiciones adecuadas para hacernos felices. Con ayuda de la fuerza de la costumbre, esta maneta de funcionar se convierte en la norma y el “así es la vida” en la divisa. Aunque la esperanza de encontrar un bienestar temporal a veces se ve coronada por el éxito, lo cierto es que nunca es posible controlar las circunstancias externas en términos de cantidad, calidad y de duración. (…)

El principal culpable es nuestra visión confusa de la dinámica de la felicidad y del sufrimiento. Nadie discute que es deseable vivir mucho y gozando de buena salud, en libertad, en un país donde reine la paz y se respete la justicia, amar y ser amado, contar con los medios de subsistencia suficientes, poder viajar por el mundo, contribuir lo máximo posible el bienestar de los demás y proteger el medio ambiente. (…) ¿Quién desearía lo contrario? Pero, situando todas nuestras esperanzas fuera de nosotros, no podemos por menos sentirnos decepcionados. (…)

Si la felicidad es, en cambio, un estado que depende de condiciones interiores, cada uno es responsable de reconocer y reunir esas condiciones. Nadie nos regala la felicidad, pero tampoco nadie nos impone la desdicha. Estamos permanentemente en cruce de caminos y nos corresponde a nosotros decidir que dirección queremos tomar.”





25.1.12

El Tao de las Mujeres



Sabiduría

Si buscas la sabiduría, atrévete a saltar los límites y a salirte de lo establecido. Siéntate junto a las mujeres y hombres que trabajan con sus manos. Participa en la vida.

Escucha a los profesores y habla con los demás alumnos. Cierra los libros. Conocimiento no es sabiduría.

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Fluir desde el centro

Trabajando desde su centro, la mujer sabia se mueve hacia afuera. Hace lo que hay que hacer. Deshazte de los “debería” y el trabajo se hará. Deshazte de los roles y todo el mundo podrá participar.

Trabajando desde su centro, la mujer sabia encuentra poca resistencia.
La vida fluye.

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Encarnación

Confía en tus instintos. Encarnan tus autenticas respuestas a tu entorno.
Cuando la vida trae dolor, abraza tu pena y tu tristeza. Cuando proporcione alegría, celebra tu felicidad.

La mujer sabia encarna la gracia de este momento y después se entrega al siguiente.

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Viajar

Incluso el desierto guarda regalos para quienes lo cruzan. El camello evoluciona como necesita.

Traza tu ruta, haz el mapa de tu viaje. Pierde tu camino en las curvas y giros de la vida. Sigue el camino menos transitado y llega cada día a tu destino.

Estar perdida es una cuestión de perspectiva. Estate preparada pero viaja ligera de equipaje.

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Estaciones

Celebra el cambio de estaciones en tu vida: infancia, adolescencia, mujer, bruja. Imita a la Madre Naturaleza como si tuvieras elección.

Todas las cosas tienen su tiempo. No empujes ni bloquees el río, va donde debe ir.

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Paciencia

Cuando planta una semilla, el jardinero no espera resultados inmediatos. Hay mucho que hacer para preparar el cultivo.

Avanzar a menudo requiere retroceder. Cediendo, la mujer sabia gana terreno.

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Plenitud

A la copa llena no le cabe más. La copa vacía espera ser llenada.

La copa de la mujer sabia está siempre a medias: preparada para dar y preparada para recibir.

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Del libro “El Tao de las Mujeres” de Pamela Metz y Jacqueline Tobin.






19.1.12

Buen Karma – Mal Karma

En las tradiciones orientales, el karma es el resultado de la ley de causa y efecto. Para cada causa hay un efecto que a su vez es la causa del siguiente efecto en una infinita e interminable sucesión, explica Aitken Roshi en “Mente de Trébol”.

Dependiendo de las tradiciones, esta ley se aplica con sutilezas de distintas maneras. Los hinduistas creen que el karma se acumula y si no se paga o disuelve en esta vida, se lleva a la próxima. Los budistas creen que el karma es simplemente la forma natural en que la vida se sucede y que las acciones que realizamos tienen consecuencias inmediatas en esta vida.

No es mi intención entrar en detalles teóricos sobre el karma sino compartir estos videos que se juntaron en mi Facebook justamente por la ley de karma! Vean los dos para comprender completamente el concepto.

Así funciona el karma, todo regresa…

 Campaña de World Wildlife Fundation (WWF) - http://wwf.panda.org/
Así también funciona el karma: amor y compasión traen mas amor y compasión…
 Campaña de Life Vest Inside - http://www.lifevestinside.com/
  
Gracias por leer y ver!



16.1.12

Una Diciplina Espiritual

Por Wolfe Lowenthal
Maestro Cheng Man Ching


“Un significado literal de las  palabras Tao Te Ching,  el tíulo del texto que es la base del ti chi chuan, es que Tao es el principio supremo y Te es el comportamiento que expresa ese principio. Ching significa libro, así que todo junto, Tao Te Ching significa el libro sobre el principio supremo y cómo uno debe vivir en relación con él.

El estudio del tai chi puede no clasificarse como entrenamiento religioso, pero el estudio de nuestro tai chi es, según el profesor Cheng Man Ching, más fundamentalmente, el estudio del Tao.  

Lao tze, dijo: No puedo ni empezar a definir este Tao, está más allá de mi capacidad o de cualquier otro que lo defina. Sin embargo, si me apuras por un término para llamarlo de algún modo, le llamaría madre.

Aunque el Tao es demasiado inmenso y maravilloso para que lo definamos, su aspecto femenino es clave de Te, el modo de conducta basada en el Tao. A través  de la práctica del tai chi uno se vuelve más receptivo y sensible, esencialmente más suave. En la línea del Tao, esta suavidad es la expresión última del modo en que vivimos.

Se ha dicho que la razón de que las mujeres en nuestra sociedad sean más sensibles que los hombres es debido a que son menos impulsivas, en lugar de avasallar a las personas o a las situaciones, son forzadas a ser condescendientes, más sensibles  al momento, intentan encontrar el camino de la menor resistencia, utilizando sutilezas y astucias para influir en una situación sin enfrentarse directamente a la fuerza opuesta.

En el tai chi desarrollamos esta forma de conducta que no se debe a una impotencia encubierta, sino más bien a lo opuesto.

En una ocasión, el profesor Cheng dijo: Nunca subestimes la impotencia de ser sensible, incluso en el nivel más superficial, el de la piel. Tanto si tu piel está fría o caliente, o se produce  una inflamación, irritación o decoloración, es un principio de salud ser conciente del perímetro de tu campo energético, de modo que uno sea capaz de reaccionar adecuadamente antes de que el problema aumente. Debemos tener cuidado de nuestra piel, no chocar contra las cosas ni dejar que se seque por la acción del sol. Cuando nutrimos el chi, la piel se vuelve tan suave como la de un bebé.

De la misma forma, tenemos que proteger el perímetro de nuestro campo psicológico de energía. Como decía Lao Tze: Los seguidores del Tao  tienen su si y su no. No sirve para nada negar tus sentimientos,  incluso si te das cuenta de tu enfado o daño se contradice con el verdadero principio. También están aquellos que abandonan lo cercano para buscar lo lejano, se vuelve como malos actores con falsas sonrisas, aparentando que dominan las emociones cuando en realidad éstas les corroen.

No puedes negar tus sentimientos y a la vez ser sensible a la energía durante meses y años, llegas a suavizar tu respuesta y aprendes a comportarte adecuadamente con la dureza de los demás.

La mayoría de las disciplinas religiosas manifiestan una conducta amorosa, pero el problema permanece: ¿Cómo llegas ahí? ¿Cómo haces realmente del término medio una parte de ti mismo? No haciendo a los demás lo que no quieres que ellos te hagan a ti.

¿Cuántas veces un seguidor de una disciplina espiritual ha abandonado su templo o monasterio decidido a actuar con amor en el mundo, en el mercado, sólo para ver que la decisión se hace añicos de cara a la frialdad y a la crueldad del mundo?

Nuestro chuan (arte marcial) es un sendero maravilloso hacia el camino, un tao que nos lleva al Tao. Ante todo, es necesario comprender que el único oponente real que existe está dentro de cada uno de nosotros. Todos somos un campo de batalla entre la verdad y la ilusión, entre la fe en el principio Supremo y la fe en el caos.

El chuan  nos proporciona un juez excelente en el debate crucial entre tu corazón, que está en compañía del Tao, y tu mente programada, que es la representación del materialismo caótico. Tu corazón dice: la forma de vivir tu vida, el reflejo del Tao, contraargumento: suavidad, cariño y paz son un juego de tontos. Si quieres abrirte camino en el mundo, tienes que ser duro. El mundo es un lugar cruel y frío, de modo que tienes que procurar ser el número uno; matar o ser matado.

El chuan listo para sentencia. Éste determina que es la dureza lo que es un juego de tontos; pues te demuestra que si realmente quieres abrirte paso en el mundo, la suavidad, la sensibilidad y la paz son el mejor camino. Eso te proporciona una prueba real, no abstracta: si una persona fuerte y agresiva se abalanza sobre ti, decidido a empujarte al otro lado de la pared y le ofreces dureza, probablemente te ocurrirá algo malo; pero si puedes ofrecerle el poder de lo suave, saldrá volando y no te habrá tocado.

El chuan dice: no te molestes ni siquiera en filosofar sobre las virtudes relativas de la suavidad  contra la dureza. Puedo mostrarte que, en el nivel más básico, la suavidad funciona mejor. Y si funciona de cara a un agresor violento, ¿cómo puedes durar de su utilidad en una relación o en e espíritu con el que diriges la acciones diarias? Un argumento final y aún más convincente, es la forma en que la salud de tu piel, tu cuerpo y tus células, responderá a la suavidad de tu energía; como puedes ver, la dureza produce la enfermedad y la muerte en aquellos que no lo comprenden.

El chuan nos enseña cómo funciona el Tao. Ante todo, tenemos que abandonar la necesidad de controlar y manipular. No hay en la forma del tai chi ninguna postura que sea para bloquear o para agarrar. Mientras practicas la forma y te imaginas las aplicaciones, sé conciente de que no haya bloqueos; nunca nos oponemos a la fuerza con la fuerza. Más bien, utilizamos 100 gramos para desviar 500 kilos.

De la misma manera, agarrar es una clase de energía que es opuesta al chi y que lo bloquea, de modo que ninguna postura es un agarre. En realidad, en la fisiología taoísta, el dedo pulgar esta conectado a esa precisa cualidad de la obstinación, que en exceso, agota la energía del sistema genitourinario, en donde el chi crece.

En el Antiguo Testamento, hay una nota a pie de la página donde puede leerse que el uso del pulgar (agarrando) fue lo que nos expulsó del Jardín del Edén.

La falta de fe en los principios, le fuerzan a uno a poner toda la fe en el materialismo. En la obra de Shakespeare, Otelo, el malvado lago adopta la filosofía materialista diciendo: “Pon el dinero en tu bolsillo”, lago no tenia fe en la bondad o en el amor, así que tuvo que buscar su único consuelo en el dinero, en el poder de las cosas. Después, Otelo cae en la misma trampa cuando acepta la evidencia de que un simple pañuelo (evidente realidad material) sea más importante que el amor entre Desdémona y él.

Tanto Shakespeare como el profesor Cheng, entendían que preferir el materialismo (una vida corriendo detrás de las cosas) en contra del principio Supremo, es condenarse a sí mismos física y espiritualmente.

Por cierto, en la práctica del empuje de manos, ten cuidado con la tendencia a agarrar al oponente cuando te empuja. Agarrando tirarás de su energía hacia ti y, si es habilidoso, el modo en que estás aumentando su poder añadiendo el tuyo, puede causarle bastante daño. Por la misma razón, si estás en posición de ser agarrado, no te resistas, pero permite que esa energía se sume a la tuya. Siendo suave en el momento exacto de ser agarrado (cómo reaccionas en esa décima de segundo), es una señal significativa en el camino de tu desarrollo de tu tai chi chuan. Si te resistes nada más ser agarrado, aunque solo sea ligeramente, y luego vas con la fuerza, el poder de la aplicación se perderá casi totalmente por esa ligera resistencia inicial.

En el empuje de manos, en lugar de oponerte a la energía del adversario, cede ante ella, dándole lo que él quiere. En un nivel psicológico, el miedo actúa como una necesidad para estar siempre controlando y no confiar en el fluir de los acontecimientos. Es una tensión esencial que bloque el beneficio del chi en nuestros cuerpos y en nuestras vidas. Tenemos que dejar nuestra necesidad de controlar para experimentar la plenitud, la salud y la energía. El tai chi no sólo nos aconseja esa verdad, nos da una experiencia viva de ella.”              
 







10.1.12

Poner remedio cuanto antes


“Para firmar la paz con las emociones hay que librarse de las tendencias que las alimentan, ceder en lo mas profundo de uno mismo, suprimir los blancos del sufrimiento que el “yo” se ingenia para construir.

¿Cómo hacerlo? En primer lugar, es conveniente posar tranquilamente la mirada sobre la fuerza bruta del sufrimiento interior. En lugar de evitarla o de enterrarla en un rincón oscuro de la mente, convirtámosla en objeto de meditación, pero sin darle vueltas a los acontecimientos que han provocado el dolor ni examinar una a una las imágenes de la película de nuestra vida.

¿Por qué no es necesario en este estadio insistir en las causas lejanas de nuestro sufrimiento? El Buda presentaba la imagen siguiente: ¿Se pregunta el hombre herido por una flecha en el pecho, de qué madera es la flecha, de qué clase de pájaro proceden sus plumas, qué artesano la ha construido, si ese artesano era un hombre de bien o un bribón y cuántos hijos tenía? Desde luego que no. Su primera preocupación es arrancarse la flecha del pecho.

Cuando somos victimas de una emoción dolorosa, si nos pasamos el tiempo buscando sus causas, hay muchas posibilidades de que se intensifique. Lo más urgente es, pues, mirarla de frente, aislándola de los pensamientos invasores que la atizan. Manteniendo simplemente la mirada interior sobre la primera emoción, ésta se desvanece de forma gradual del mismo modo que la nieve se funde al sol.

Además, una vez que la fuerza de la emoción ha disminuido, las razones que la desencadenaron ya no parecerán tan dramáticas y así tendremos una posibilidad de salir del circulo vicioso de los pensamientos negativos.”




8.1.12

Clases del momento presente

No podemos pensar en todo el año (por lo menos yo no puedo).

No puedo decirles ahora lo que haremos durante el año. No puedo ni siquiera decirles que haremos el mes próximo. Pero estoy segura que en los meses a venir haremos muchas cosas, cambiaremos todo y volveremos a hacer.

Y las cosas empiezan así este año, distintas:
 
Sábados de enero, clases en el Parque de las Naciones
  • De 10 a 11.30 de la mañana, meditación, chi kung y tai chi en un formato flexible para que cada uno pueda ir a hacer lo que quiera hacer.
  • Costo, $20 por clase. Abierta a todo público.
  • Llevar algo para sentarse durante la meditación (almohadón, banco, silla plegable, reposera).


Otra opción, igual a la anterior:
Viernes de 8.30 a 10 hs. en barrio Chateau Carreras.
Solo con confirmación previa por mail o por mensaje al 156 473 543 ya que el espacio es limitado.

Todos pueden empezar! Si nunca practicaste, vení y empezá. Si practicas hace tiempo, vení y empezá.

Nuestro año es este momento. Feliz momento presente!




3.1.12

Todo el año en este momento

Comienza un nuevo año y estamos pensando en lo que queremos de él. Los primeros minutos de cada año los destinamos a desear, a proyectar a futuro. Este año queremos felicidad, paz, mejor trabajo, más vacaciones, amor, compañía, etc.

Pero no podemos controlar nada más allá de este breve momento…

Un año feliz es la sumatoria de la felicidad de cada momento. Un año pasa minuto a minuto tal y como una cuadra se recorre un paso tras otro.

En vez de desear a futuro, nos concentremos en lograr eso que deseamos en este mismo momento. Si deseamos felicidad, seamos felices aquí y ahora, dejando de lado todos los pensamientos y emociones que nos están impidiendo lograrlo. Si deseamos amor, demos amor ya mismo para recibirlo en retribución. Si deseamos paz, liberemos la mente de las obsesiones a la que la sometemos. Si deseamos ayudar, ayudemos ahora, aunque sea un acto mínimo.


Si pasamos el año concentrándonos en el momento presente y logrando en ese momento paz y felicidad, no dudemos que al final habremos tenido un año feliz. Ni siquiera es necesario buscarlo, planificarlo, solo hace falta quedarse con la mente y el cuerpo en el momento presente y hacer lo mejor de éste.

Feliz momento presente!