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27.12.12

Crear una flor

Un viejo maestro se levantó una mañana con ganas de complicarle el día a sus discípulos. Luego de la meditación temprana, les dijo - Hoy deberán crear una flor. Esta es una tarea importante en su práctica.

Los discípulos lo miraron extrañados. Mantuvieron el silencio, pensativos. El monje agregó: - Quien cree una flor, deberá comunicármelo y será recompensado. - Los discípulos asintieron en silencio y se dispusieron a realizar sus tareas.

Durante el transcurso del día, el maestro caminaba preguntando a uno y otro discípulo: - ¿Haz creado ya la flor? Todas las respuestas eran negativas. Ninguno de los jóvenes sabía como crear una flor.

Uno de ello, hizo una flor con barro. El maestro dijo: - Eso es barro, no flor.

Otro, dibujó una flor en las piedras de piso del templo. El maestro dijo: - Eso es piedra y tiza, no flor.

Luego de la última meditación del día, el maestro preguntó nuevamente: - ¿Alguien ha creado la flor? Uno de sus discípulos más joven levantó la mano tímidamente y dijo: - Si maestro, yo he creado una flor.

-¿Cómo haz hecho? – Preguntó el Maestro.

- He pensado en ella.


Crea el 2013 que desees! 
FELICIDADES!



20.12.12

Felicidades!

Este sábado 22/12 es la última clase de 2012.

Les agradezco por haber estado presentes este año y les deseo paz, unión y aceptación hacia sí mismos para el 2013.

FELICIDADES!

Marcela Thesz
Tai Chi del Parque

Lleno de gratitud



Creo que cuando un año termina y uno puede estar agradecido a todo lo que va quedando atrás, es que ha sido un buen año.

No puedo decir que 2012 haya sido un año bueno para mí, ni tampoco malo. Ha sido un año, ya casi entero, en el que he vivido con más atención y más presente. Eso hace que este año sea más que otros anteriores y me siento agradecida de no haberlo dejado pasar.

A veces el agradecimiento se siente de tal manera que se convierte en una sensación física que atraviesa el cuerpo y uno tiene la necesidad de hacer algo que exprese ese agradecimiento. 

Por supuesto, escribo para agradecerte a ti que estás leyendo esto, por esta y tantas otras veces que has leído y tal vez leerás lo que escribo. Es tan maravilloso poder escribir sobre la vida que llevo, las cosas que me suceden y que voy aprendiendo y lo digo porque sé que no a todos les es fácil escribir sobre sí mismos. Luego, es tan maravilloso encontrase con personas que leen esto que escribo. Hace unos años, cuando comencé a escribir pensé que no tendría lectores, ahora intento atentamente que no me sea indiferente el hecho de que estás ahí leyéndome y te agradezco que lo hagas.

También me he sentado en mi zafu (almohadón de meditación zen) para estar allí con el agradecimiento, dejando que éste se expanda a toda mi vida y toque todo aquello que ha pasado por mí este año. Y comprendí que estoy agradecida por todo, lo que creo bueno y lo que creo malo, y esa indistinción en mi agradecimiento fue conciliadora, integradora y me permite concluir este año completa en misma y conmigo misma.

El agradecimiento me ha unido con cada pedazo de mi misma que hasta ese momento estaba separado, distanciado o sufriendo y ahora, por lo menos estos días, soy toda una sola.

Agradezco a las personas que asisten o han asistido alguna vez a las prácticas que propongo.
Agradezco a mi familia, mi marido y mi hija que están siempre presentes.
Agradezco a las oportunidades que se me presentan, que son infinitas y no siempre las veo.
Agradezco a la forma en que se dan las situaciones en mi vida, siempre a la larga, me doy cuenta que son para bien.
Agradezco a las emociones que me han acompañado este año: mi querido miedo, la angustia e inquietud, la alegría y la felicidad plena, la sorpresa, un poco de enojo y frustración.
Agradezco a las sensaciones que surgen cuando creo que todo está perfectamente bien y cuando creo que todo (incluso yo) está a punto colapsar. Agradezco la aceptación que a veces llega y la pelea que otras veces emprendo contra esto mismo. Agradezco mi cansancio y mi vitalidad.
Agradezco la paz que siento cuando se que he hecho justo lo que el universo pretendía de mi.
Agradezco las enseñanzas que llegan a mí, son muchas y estoy bendecida por la cantidad de personas con las que transito este camino. Y las cualidades profundas que cada vez son más fuertes en mi: la perseverancia, la compasión, la paciencia y la tolerancia.
Y también agradezco cuando todo eso se a la mierda porque en las crisis aprendo, maduro, reconstruyo y me fortalezco.

Todo parece contradictorio pero no lo es, simplemente vivimos cambiando, sintiendo diversidad de cosas, en un entorno que también cambia y moviliza. Agradezco ser contradictoria y a la vez coherente.

Con esta sensación de agradecimiento en mi cuerpo por todo mi 2012 me uno a todo eso, sin restricciones, sin juicio, siendo una totalidad con todo lo que he sido y de esa manera logro ser bien amplia, cómoda y abierta en mi misma y para mí misma. Y en estos momentos comprendo que todo está tal cual como es y está bien para mi, mas allá de que sea bueno o malo según los criterios habituales de mi mente y no me peleo con nada, soy con todo.

Si puedes agradecer y unirte a ti mismo, ha sido un buen año.

Y mi deseo para el año próximo es que cada uno de nosotros pueda aceptarse cada vez mas tal cual es, pueda unirse a si mismo aun mas y pueda encontrar la paz dentro suyo y a partir de allí pueda dársela a otros.

Como dije unos artículos atrás, comparto mi paz con ustedes. Felices fiestas, buen 2013!