La fluidez es un aspecto intrínseco de la naturaleza del cual los seres humanos solemos escapar, pues nuestros pensamientos y emociones se entrometen constantemente en los procesos de transformación de nuestra existencia.
Aprender a fluir junto con los sucesos de la vida nos permite encontrar paz, equilibrio y capacidad para enfrentar con sabiduría los momentos que nos toca vivir.
No sólo en la práctica de tai chi podemos observar que en el movimiento existen facetas yin y yang y que cada faceta se transforma en su opuesta gracias al proceso de mutación y la fluidez del mismo. En los movimientos que realizamos en la vida diaria podemos también encontrar este proceso de mutación.
Cuando caminamos o corremos, en cada paso un pie es mas activo que el otro, sostiene más peso del cuerpo y luego se lo pasa al otro pie. El pie activo es el yang, el pasivo es el ying. Pero veamos que el pasivo luego, al llenarse de peso, se convierte en activo y viceversa.
Cuando comemos, la mano que agarra el cuchillo es yang ya que es la que se mueve y la mano con el tenedor está quieta, yin. Pero luego la mano yin se mueve hacia la boca y la del cuchillo descansa.
Observemos como estos movimientos naturales se ven interrumpidos por los pensamientos y emociones. Cuando estamos comiendo y nuestra pareja nos da una mala noticia, la emoción que surge hace que dejemos de cortar la carne por unos momentos, generando un estancamiento de la energía yang que circula por el brazo hacia la mano para realizar el movimiento.
Cuando vamos caminando y nos ponemos a pensar en alguna situación pasada o deseo inconcluso, la mente queda abstraída. De repente nos tropezamos y caemos. El pensamiento hace que la energía se desvíe de las piernas a la mente, causando un exceso de yang en la cabeza dejando vacías las piernas.
El movimiento consciente no solo permite potenciar el proceso de mutación, para que no haya cortes ni excesos, sino también re-encauzar la circulación energética para restablecer el equilibrio.
Del Taller de Fluidez: “Aprender a fluir en los tiempos que corren.”
Tai Chi del Parque – Instructora Marcela Thesz – Córdoba, Argentina.