Existe ritmo en las infinitas actividades que gobiernan la existencia de todo ser vivo.
Es un flujo de movimientos ordenados armónicamente. ~Wikipedia.
Mi respiración, mi ritmo.
Mi vida, mi ritmo. [Sic] Respeta mis tiempos.
El universo respeta el ritmo de cada uno de nosotros. La pregunta es: cada uno de nosotros ¿respeta su ritmo? No.
Muchos no conocen ni su propio ritmo. Siguen el ritmo del tráfico por las mañanas, luego el ritmo de la persona dominante en la oficina, el ritmo del mozo en el restaurante donde almuerzan, el ritmo somnoliento de la tarde y el de la TV por las noches.
Las personas se encuentran cansadas o con energía de sobra. Cuando no seguimos el propio ritmo, algo falta en la vida: la armonía natural. Fuera del propio ritmo, nos desarmonizamos.
Lento o rápido, no hay velocidad correcta. Muchas veces, pocas veces, no hay cantidad correcta. El ritmo propio posee un patrón único. Perfecto, armónico con el propio cuerpo.
Porque el ritmo no lo marca la música, no lo marca ningún sonido, no lo marca la marea o la luna, no lo marca las estaciones, el corazón ni tampoco otra persona.
El ritmo lo marca la respiración.
Siente tu respiración y sabrás la velocidad de tu vida. Haz consciente tu respiración y harás consciente tu vida. Profundiza y serás profundo. Lentifica e irás lento.
Obsérvate respirar, reconoce tu ritmo.
Viernes 27 – Chi kung con música… practicamos en función del propio ritmo, observándonos.
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