BUSCAR EN TAI CHI DEL PARQUE

25.5.07

Sensaciones durante la práctica de tai chi chuan

Cuando las personas comienzan a practicar tai chi chuan y qi gong experimentan sensaciones desconocidas. En la mayoría de los casos se tratan de señales normales de progreso y no deberían provocar alarma. A continuación resumo algunas de estas sensaciones:

Entumecimiento y cosquilleo: son sensaciones habituales en las primeras etapas de la práctica. El entumecimiento sucede cuando nuestro cuerpo no está acostumbrado a mantener por largos períodos algunas posturas que requieren gran trabajo de piernas. El cosquilleo se manifiesta en las extremidades, especialmente manos y pies debido a la mayor circulación de sangre y energía y la mejoría en la transmisión de los impulsos nerviosos.

Temblores: estos también se suceden a causa de la mayor circulación sanguínea y energética. También están relacionados a la tensión muscular crónica en diversas partes del cuerpo como la espalda o lo hombros. A medida que la energía circula a través de los meridianos, cualquier tensión muscular que encuentra en el camino tiende a bloquear el libre flujo de ésta, provocando que los músculos tiemblen cuando la misma intenta abrirse camino.

Calor: cuando el calor se genera a partir de la energía significa que se están abriendo los centros energéticos del cuerpo, indicando un progreso concreto en la práctica. También el calor puede experimentarse cuando se activan las respuestas curativas del organismo. Si hay toxinas, bacterias u otros factores que pueden provocar enfermedades, el sistema inmunitario aumentará el calor corporal para matar dichas toxinas. Es una respuesta natural del cuerpo e indica que la práctica está eliminando con éxito factores que generan enfermedades.

Frío: las sensaciones de frío están asociadas a emociones de temor crónico o miedos agudos. El frío también es señal de desintoxicación y limpieza del sistema inmunitario. Por otro lado, cuando la sensación es de frío por la superficie se reconoce como “chi helado” e implica un gran avance en la práctica. Ésta es una reacción normal cuando los meridianos han estado bloqueados por largo tiempo y se liberan con la circulación energética generando una sensación de frío.

Transpiración: esta es una reacción natural de la práctica e indica que la energía circula a través de los meridianos, abriendo los poros y permitiendo la salida por los mismos del exceso de “fuego”.

Inflamaciones y dolores: en las primeras etapas de la práctica es posible que ciertas partes del cuerpo se sientan inflamadas debido a la falta de fuerza en los músculos y tendones. Otra causa posible son las posturas incorrectas. Si los movimientos se realizan sin tener en cuenta los puntos básicos de cada postura se obstruye la circulación en rodillas, tobillos, cadera, provocando dolor.

Dolores de cabeza y ojos: suelen ser resultado de las técnicas de respiración realizadas de manera incorrecta ya que hay una tendencia retener el aliento, o simplemente olvidarse de respirar al realizar los movimientos. También pueden surgir de la tensión en cuello y hombros a partir de posturas incorrectas. Y una tercera causa puede ser la falta de ejercicios de enfriamiento y recolección de energía al concluir una práctica.

Insomnio: el tai chi chuan estimula la secreción de hormonas y neurotransmisores, potencia la circulación de la sangre y energía en todo el cuerpo y estimula el cerebro. El resultado general es el aumento de la vitalidad que puede implicar un reajuste en los patrones del sueño. Luego de un tiempo de práctica el cuerpo se acostumbrará a los nuevos patrones de sueño, durmiendo menos horas pero con un descanso más profundo.


Eructos, tos, bostezos y gases: la práctica ayuda a expulsar los elementos tóxicos de la energía estancada en los órganos internos y a veces estos son expulsados en forma de eructos, tos o gases. Se trata de una señal normal de desintoxicación y un indicador positivo de que se está practicando correctamente.

Mareos: la restauración de la circulación sanguínea y energética en el cerebro y la oxigenación de los tejidos es una causa habitual de los mareos generados por la práctica. También pueden producirse por la eliminación de toxinas acumuladas en el cerebro y cuello, lugares donde se concentran con mayor densidad.

Escozor: cuando la energía circula por la piel para fortalecer la “energía protectora” a veces se siente como si pequeños insectos caminaran por debajo de la piel. Es una señal positiva de progreso indicando el fortalecimiento energético en general.

Pesadez y ligereza: son reacciones normales de la asimilación de la energía del Cielo (ligereza) y de la Tierra (pesadez). Las mismas desaparecen cuando el cuerpo se acostumbra a esta recepción energética y a estar en contacto con el Cielo y la Tierra en un continuo intercambio de chi.

Risa y llantos: los repentinos brotes de risa o llanto espontáneos durante la práctica son reacciones normales e indican desequilibrios profundos en los órganos vitales y sus energías relacionadas, que se están re-equilibrando adecuadamente.

Movimiento espontáneo: cuando el cuerpo, la respiración y la mente entran en un estado profundo de calma durante la práctica, pueden producirse movimientos repentinos de la cabeza, extremidades, el torso, etc. Esto indica la corrección de desequilibrios profundos dentro del sistema de energía y la expulsión de energía estancada del cuerpo a través de diversos canales y puertas.

En general, no debemos alarmarnos cuando tenemos alguna o varias de estas sensaciones ya que indican avances en la práctica y las mismas desaparecerán con el tiempo, y aparecerán nuevas, despertando continuamente distintas partes de nuestro cuerpo y sistema energético.

-----------------
Extraído del libro:
“El libro del chi kung: principios teóricos y aplicaciones prácticas.” Capítulo 11.
Autor: Daniel Reid - Ediciones Urano – 1998.