Moral de Hechos
La moral de los hechos comprende: humildad, respeto, honradez, confianza y lealtad.
La humildad surge al controlar las sensaciones de orgullo. En China se dice que con la satisfacción se pierde, con la humildad se ganan beneficios. Cuando uno se encuentra satisfecho con uno mismo, no piensa en profundidad y no tiene deseos de aprender. Sin embargo, si uno permanece humilde siempre estará en búsqueda de mejorar y continuar aprendiendo. No hay límites en el conocimiento, no importa lo lejos que uno ha llegado, siempre se puede avanzar un poco más.
El respeto es la base de la relación con los padres, los maestros y los compañeros. El respeto hace que las relaciones armónicas sean posibles. El respeto más importante es el auto-respeto. Si uno no se pude respetar a si mismo, no se pude esperar que otros lo respeten. El respeto se gana, no se puede pedir o demandar. Solo cuando uno ha demostrado que es merecedor del respeto, este llega de manera natural y automática.
La honradez es una forma de vida. Significa que si hay algo que uno debe hacer, simplemente lo hace sin dudar; y si hay algo que uno no debería hacer, simplemente no lo hace. La mente sabia debe estar a cargo, no la mente emocional. Si uno logra esto, se sentirá tranquilo y evitará sentir la culpa que surge de las emociones. Al alcanzar esta virtud uno podrá evitar influencias negativas y ganar la confianza de los otros.
La confianza implica se confiable para otros y además confiar en uno mismo. Es necesario convertirse en una persona en la que los otros pueden confiar. No realizar promesas sin compromiso y si se realiza una promesa, cumplirla. La confianza es la clave de la amistad y la mejor manera de ganar respeto. La confianza de un amigo es difícil de ganar pero fácil de perder. La auto-confianza es la base de la fe en uno mismo. Es importante tenerse confianza y demostrarlo externamente, de esta manera uno logrará la confianza y el respeto de los otros.
La lealtad es la raíz de la confianza. Uno debe ser leal a sus maestros y a sus amistades y estos debieran ser leales a uno. La lealtad permite que la confianza mutua crezca. En las artes marciales, este es un factor crucial. La lealtad se construye sobre la base de la obediencia al maestro, que es un pre-requisito para aprender. Si uno realmente desea aprender debe dejar de lado la falsa dignidad y reverenciar al maestro mental y espiritualmente, y se abrirán las puertas de la confianza. Un maestro no enseñará nunca a una persona que siempre está preocupada por su dignidad.
Moral de Mente
La moral de la mente consiste en: voluntad, resistencia, perseverancia, paciencia y coraje.
La voluntad es algo que generalmente lleva un tiempo demostrar. Esto se debe a la lucha constante entre la mente emocional y la mente sabia. Si la mente sabia gobierna, será posible sobreponerse a los disturbios que genera la mente emocional y la voluntad será fuerte. Esta virtud depende de la sinceridad con la que uno se puede comprometer al objetivo. Esto debe venir de los profundo de cada persona, no puede ser un deseo vago y casual. Muchas veces, un alumno ansioso por aprender renunciará antes que otro cuyas ansias se encuentran en lo profundo de su corazón.
Resistencia, perseverancia, paciencia son manifestaciones de una voluntad fuerte. Las personas exitosas no son siempre las más inteligentes sino aquellas que son más pacientes y perseveran. Las personas realmente sabias no usan sus conocimientos solo para guiar sus pensamientos, sino también para gobernar su personalidad. Cultivando estas tres virtudes se podrá gradualmente construir una mente profunda que es la clave del aprendizaje. Si es posible usar la mente para reflexionar durante el entrenamiento, uno llegará a un estadio mas profundo de comprensión. Si luego se manifiesta este aprendizaje en acciones, se podrá superar a todos.
El coraje es comúnmente confundido con la valentía, pero el coraje surge de la comprensión de la mente sabia. La valentía es la manifestación externa del coraje y se considera que es el retoño de la mente sabia y la emocional. Si uno tiene coraje para aceptar un desafío significa que la mente ha comprendido la situación y ha tomado una decisión. Luego, uno debe tener suficiente valentía para enfrentar el desafío. Sin coraje, la valentía no puede perdurar. Sin la profunda comprensión del coraje, la valentía es muchas veces ciega y entupida. Para atreverse a enfrentar un desafío es necesario coraje, pero manifestarlo correctamente requiere no solo una decisión de la mente sino cierta cantidad de preparación psicológica para mantenerse emocionalmente en equilibrio. Esto le dará raíz a la valentía para que sea duradera. Frecuentemente uno no tiene suficiente tiempo para pensar y tomar una decisión pero una persona sabia se prepara, considera todas las posibles opciones para que cuando algo suceda esté listo para enfrentarlo con valentía.
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Imagen:
Tai Chi del Parque – Instructora Marcela Thesz – Córdoba, Argentina.