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16.4.15

La chispa divina

Entre quietud y movimiento hay la chispa divina, un concepto que utilizaron los chinos, y muchas otras filosofías, para referirse al momento de creación inicial del universo, de todas las cosas y de cada momento de nuestras vidas.


Si has practicado tai chi comprendes que en un momento nos encontramos en quietud, conectando con lo ilimitado (wuchi) y luego pasamos al movimiento, a la dualidad (taichi). Qué es lo que genera ese cambio? La chispa divina.

Sucede en la práctica y también en la vida. Siempre digo en las clases que al seguir al instructor nunca experimentamos la chispa divina propia y por ello es importante la práctica en solitario: para poder sentir la chispa divina en el interior y, a partir de ésta, iniciar el movimiento.

En lo cotidiano, ¿cuántas veces pasamos de quietud a movimiento?, ¿cuántas veces lo hacemos desde la mente o la demanda externa y no desde la chispa divina?

La chispa divina es el maestro interno, el propio guía. Conectarnos con ella nos ayuda a saber qué hacer, para dónde ir, sintiendo lo que hay en nuestro interior, respetando los momentos y las velocidades propias.

¿Cómo conectamos? Desde nuestro corazón, desde la infinitud de todo lo que existe, allí está la energía primigenia… y esperamos a que llegue esa chispa, ese momento, ese impulso. Sin pensar…

Cuando nos movemos a partir de una chispa divina, es un movimiento que fluye con la totalidad de universo, con la creación.

A chisporrotear!!