Comenzar es una acción. Nada se comienza sino haciendo.
El deseo de comenzar no es comenzar, para comenzar hay que actuar. Hay que hacerse el tiempo, guardar el dinero necesario, buscar la ropa correcta, ubicar el lugar en el plano y sobre todo, IR. Cuando llegaste, comenzaste.
En la mente no se comienza nada real. Se comienzan rollos mentales pero no actividades. Las actividades se comienzan en la vida, en el mundo, con los pies sobre la tierra. Cuando das el primer paso, comienzas. Mientras piensas, no comienzas.
Un comienzo siempre trae buenas sensaciones, ilusiones, esperas un cambio. Los finales son tristes, porque nos cuesta soltar. Aun así, nos cuesta también comenzar. La chispa divina, como dicen los orientales, aparece y arrancas o no aparece y sigues dándole vuelta al asunto en tu cabeza.
Silencio, respira, siente. No pienses, HAZLO.
Seguir es dar el siguiente paso… y el siguiente paso… y el siguiente paso.
Hay que seguir… seguir yendo, seguir haciendo, seguir siguiendo. Te quedas callado en la mitad de la canción? Haz dejado de seguir. Sigue cantando, el la única forma de llegar al final.
Aun sabiendo que finalizar es también difícil, seguimos para llegar al final. Nacemos para morirnos. Hay un camino que caminar, un paso tras otro, lo recorremos. O se te ocurre otra forma?
Bueno, si… te subes a un colectivo y dejas que te lleven y te pierdes toda la diversión que hay en el camino.
Perseverar es seguir a pesar de las dificultades y los impedimentos (que casi siempre salen de la mente).
El camino es divertido pero también por momentos algo feo, con algunos pozos, o subidas escarpadas u oscuridades tenebrosas. Te quedas ahí petrificado o perseveras y sigues intentando.
Quedamos desubicados cuando la realidad cambia abruptamente y no es lo que esperábamos. Persevera y quédate en la realidad… es lo único real que tienes. Puede darte cosas feas. Puede hacerte sufrir, pero a dónde mas puedes ir?
Hay una irealidad? No. Persevera en tu momento presente.
Ir, mas allá del logro. Si logras cada paso que das, si logras ser eso que eres, es suficiente.
Nada hay que lograr más que el movimiento que te pide el camino. ¡Qué fácil es caminar cuando no te impones lograr nada! Concentrado en dar el paso, lo único que importa es el paso mismo.
Dejate sorprender por lo encuentres. Nunca sabes que es bueno, que es malo, si lo bueno será malo para ti en otro momento o viceversa. Si te apegas a lo que quieres lograr te pierdes aquello que no quieres lograr.
La naturaleza logra su presencia y te acompaña. No piensa todo el tiempo “debo lograr estar para este ser”, simplemente está allí. Está tu también para ella y todos los demás.