Cada día, el Sol influye de manera distinta sobre la Tierra. Cada segundo, la Tierra cambia de ubicación. La galaxia no está en el mismo lugar que años atrás. Las estaciones no cambian abruptamente, el movimiento de una estación a otra es paulatino.
¿Por qué si el movimiento es tan evidente en el Universo, las personas tenemos esta sensación de que somos seres estáticos?
Así como se mueve la Tierra, el Sol y la Luna, las personas también nos movemos. Todo en nuestro cuerpo va cambiando lentamente: en 120 días aproximadamente se renueva la totalidad la sangre, en 7 años se renueva la totalidad de la piel, en 1 año se renuevan todas las células del hígado.
Nuestros pensamientos también se renuevan. Aun pensando sobre lo mismo, cada vez que las neuronas se conectan entre si para generar el pensamiento, lo hacen de manera distinta, con lo cual el pensamiento es aunque sea, un poco diferente que el anterior.
Caminamos constantemente por el sinuoso camino que une el yin y el yang, emocionalmente, físicamente, intelectualmente, a nivel de relaciones, trabajo, actividades, ocio, todo, absolutamente todo, se encuentra en constante cambio.
La creencia de que somos algo estático es equivocada.
Ese es un engaño de la mente, que nos dice “eres de esta forma y no eres de la otra”. Es el método que tiene la mente para controlar lo que sucede. Pero en realidad nada se puede controlar, ni nada hay que controlar realmente. El cambio es parte de la naturaleza de la vida, es inevitable y mas que controlar, lo que necesitamos para comprender es observar.
Si nos sentamos a observar estos hechos reales comprenderemos el cambio: el día no se acaba de repente para dar paso a la noche, los árboles no se secan de golpe cuando comienza el otoño. De esta misma manera, nuestras células no se mueren súbitamente y el cuerpo no genera nuevas en segundos. Todo el cambio es paulatino y es por ello que no debemos tampoco tener tanto miedo al cambio, si todo se dará lentamente de manera que lo podamos sobrellevar y nos podamos acostumbrar a lo nuevo.
Estamos dotados de la capacidad de adaptación. Como los animales lo hicieron durante millones de años, los humanos también nos vamos adaptando a lo que va cambiando. Incluso nos vamos adaptando a nosotros mismos a medida que vamos cambiando.
La mente tiene una idea y ciertas preferencias de lo que quiere: si nos gustamos como somos ahora obviamente no tendremos muchas ganas de cambiar, pero el punto es que vamos a cambiar de todos modos.
Al verano, ¿le gusta ser verano? La Tierra necesita girar y cambiar para que se mantenga la vida en ella.
Si la Tierra se quedara quieta la mitad de la vida moriría por falta de sol y la otra mitad moriría por exceso de sol.
¿Qué sucedería si el cuerpo humano dejara de cambiar? ¿Qué sucedería si tu dejaras de cambiar?
Moriríamos más pronto.