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2.10.08
Lo que dicen sobre el chi los grandes maestros
El chi kung es un arte antiguo y una ciencia moderna. Desde los primeros tiempos, pueblos de diferentes culturas han usado la energía cósmica con el fin de favorecer la salud, aumentar la vitalidad y desarrollar la mente. Este arte de desarrollar la energía fue sumamente importante en las grandes civilizaciones antiguas como las de los griegos, egipcios, indios y chinos.
En el siglo VI a.C. los chinos ya usaban con éxito el chi-kung en su búsqueda de la salud, longevidad e inmortalidad. Uno de los más grandes filósofos que han mostrado el camino hacia la inmortalidad fue Lao Tse, el patriarca del taoísmo. Uno de sus consejos era: «Vacía el corazón y llena el abdomen». Algunos especialistas occidentales lo interpretan en el sentido de que si se le llena el vientre al pueblo no va a sentir deseos de sublevarse, lo cual es bastante razonable. Pero en realidad, este dicho es un consejo arcano sobre una técnica fundamental del chi kung:
Relájate y vacía tu mente y corazón de todo pensamiento. Inspira suave y profundamente para que entre la energía cósmica y llene el centro de energía de tu abdomen.
Mientras Lao Tse se expresaba de forma esotérica, Confucio, el patriarca de la aristocracia, era más explicito. Aconsejaba:
Un hombre culto ha de observar tres formas de abstinencia. Cuando es niño, su chi [energía] no se ha desarrollado totalmente, de modo que debe abstenerse de relaciones sexuales. En su edad adulta, su chi es potente, de modo que debe abstenerse de la agresividad. Cuando está viejo, su chi es débil, de modo que debe abstenerse de la codicia.
Mencio, filósofo considerado el Segundo Sabio por Confucio (él era el Primero), también hizo valiosísimas exhortaciones sobre la práctica y teoría del chi-kung:
La voluntad domina al chi. El chi es la totalidad del cuerpo.
Si bien esta afirmación es clara y directa, de todas maneras necesita cierta explicación para que el lego aprecie en lo que vale esta excepcional percepción de Mencio. Se podría explicar de la manera siguiente:
Nuestra fuerza de voluntad puede controlar el flujo de energía. Cuando pensamos en algún órgano o zona de nuestro cuerpo, la energía va a fluir hacia esa parte. La energía es el ingrediente básico de todo el cuerpo. Todos nuestros órganos, tejidos y células, así como nuestras funciones fisiológicas y actividades mentales, son productos de la energía.
Uno no puede menos que maravillarse ante lo avanzados que estaban los antiguos chinos en su estudio y comprensión de la energía. Estas penetrantes y nuevas percepciones ocurrieron hace dos mil años, durante la clásica dinastía Zhou.
Extracto del libro “El arte de Chi Kung: Cómo aprovechar al máximo la energía vital” – Cap. 2, del Maestro Wong Kiev Kit - Ed. Urano, ISBN 8479531185.
Tai Chi del Parque – Córdoba, Argentina – Instructora Marcela Thesz