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8.9.13

La energía de los colores

Los colores que percibimos a través de nuestros ojos son luz. Son distintas partes de un rayo de luz que, al hacer contacto con un cuerpo físico, es absorbida y reflejada por el objeto. La energía reflejada, es decir la que el objeto no absorbe, es la que percibimos como color.

La luz es energía electromagnética visible. El espectro electromagnético es muy amplio, incluye las ondas de energía de radio (muy largas), de microondas, de infrarrojo, de ultravioleta, de rayos X y rayos gamma que son las más cortas que se pueden medir actualmente. La energía que se encuentra entre el infrarrojo y el ultravioleta es el espectro de energía visible que llamamos luz.

La luz a su vez, se descompone en 7 frecuencias diferentes: los 7 colores del arco iris, siendo el rojo la de mayor longitud de onda y el violeta el color de menor longitud de onda, es decir de más alta frecuencia.

Cada frecuencia de onda electromagnética posee una vibración, resuena con determinado elementos y energías de la naturaleza que vibran a la misma frecuencia. La vibración de los colores resuena con la vibración de los 7 chakras principales del cuerpo. De esta manera, a cada chakra le corresponde un color.

Primer chakra, ubicado en el perineo: color rojo.
Segundo chakra, ubicado debajo del ombligo: color naranja.
Tercer chakra, en el plexo solar: color amarillo.
Cuarto chakra, en el corazón: color verde.
Quinto chakra, en la garganta: color turquesa / celeste.
Sexto chakra, en el tercer ojo: color añil, azul violáceo.
Séptimo chakra, en la coronilla: color violeta. 


Dentro de la gama de colores de la luz, consideramos a los tres colores cálidos de los chakras inferiores (rojo, naranja y amarillo) como colores de cualidades yang, que nos permiten la conexión con lo externo y lo activo. Los tres colores fríos de los chakras superiores (turquesa, azul y violeta) son de cualidad yin, nos llevan a la conexión con nuestro interior y hacia lo perceptivo.

El color verde del cuarto chakra es un color de armonía, de equilibrio neutro. Esta energía nos permite relajarnos y encontrar la ecuanimidad.

Además, consideramos la totalidad de los colores, la luz blanca, como la conexión con las energías del Cielo. Y el color negro, la ausencia de color, como la conexión con las energías de la Tierra.

La práctica con la energía de los colores, desde la visualización, la meditación, el chi kung, etc., nos permite trabajar de manera simple y directa con las energías de cada chakra. Al visualizar el color correspondiente, tomamos la frecuencia vibratoria necesaria para armonizar cada chakra. La armonización se va dando de manera natural al repasar una y otra vez, los colores. También, armonizaremos las energías yin y yang del cuerpo, abriremos las conexiones de nuestro cuerpo con el Cielo y la Tierra y alcanzaremos un estado de unidad mayor.

Trabajar con los colores es incorporar la frecuencia vibratoria arco iris, la vibración más elevada actualmente anclada en nuestro planeta. La frecuencia arco iris nos lleva hacia la unidad con el todo, hacia la sanación de los patrones mentales y físicos y hacia una mayor comprensión y apertura de nuestro Ser a todas la posibilidades que se nos presentan.


Los invito a la práctica “Chi Kung de los Colores” que realizaremos el sábado 14/9 en Tanti, Córdoba. Mas info aquí…