La vida puede compararse con caminar en la oscuridad. Nos sentimos inseguros porque no podemos ver el peligro alrededor y tampoco podemos predecir lo que sucederá. Por ello, a veces nos sentimos confundidos, perdidos, con miedo y no sabemos que nos pasará si no encontramos el camino hacia nuestros objetivos.
En el deambular nos podemos encontrar con una luz creada por otra persona que encontró la forma de hacer fuego. Alrededor del fuego podemos vernos entre nosotros y comprender mejor nuestro entorno. Así, seguimos a esta persona iluminada y pronto aprendemos como encender nuestro propio fuego.
Todos poseemos la capacidad de hacer fuego ganándonos los fósforos. Sin embargo, no es sencillo. Para ganar un fósforo debemos conquistarnos a nosotros mismos. Cada vez que conquistamos nuestra pereza y mantenemos la promesa a uno mismo, recibimos como premio un fósforo que nos da la esperanza de luz. Pero el viento sopla fuerte y hace frío en la oscuridad, un solo fósforo es una muy pequeña chance de sobrevivir e iluminar los alrededores.
Aun si el fósforo es una antorcha, tampoco durará mucho. Entonces, para ver mejor, debemos ganar más fósforos. Y no sólo eso, para mantener el fuego vivo debemos buscar madera. Cada vez que encontramos un amigo sincero, es como si encontráramos un pedazo de madera para nuestro fuego. Cuanto más encontremos, más chances tenemos de comenzar una buena fogata.
Muchas personas, debido a su falta de confianza, de coraje o de deseo de conquistarse a si mismos, nunca ganan sus fósforos. Entonces buscan a alguien que ya haya prendido su fuego y así puedan mantenerse calientes. Estas personas necesitan ser guiadas paso a paso. Sin esta guía, continuarán con miedo, confundidas y sin confianza. Muchas de estas personas, incapaces de encontrar alguien que las guíe, se quedan perdidas para siempre.
Ocasionalmente, otras personas, luego de haber encendido el fuego exitosamente, se vuelven egoístas y no quieren compartirlo con otros. Algunos compartirán el fuego aun cuando sea necesario sobreproteger a aquellos que se sienten alrededor del mismo. Por otro lado, muchos iluminados tomarán la oportunidad de abusar de sus seguidores convirtiéndose en los llamados “guías espirituales”. Tristemente, estos se mantienen siempre en un pantano emocional y continúan luchando en la oscuridad aun cuando poseen el fuego para ver. También hay personas que luego de encender su fuego se quedarán en el mismo lugar, en vez de continuar su búsqueda. Están emocionalmente atrapados por la gloria, el orgullo, la riqueza y el poder, y se quedarán quietos hasta el final de sus vidas.
Muy pocas personas llevarán su fuego con ellos y continuarán la búsqueda del camino que los lleva a sus objetivos. Algunas dejarán generosamente algo de su fuego en el camino para que éste brille en la oscuridad y otros lo puedan seguir. Esta clase de caminos iluminados son raros y escasos. Además, si nadie los cuida y pone mas madera en los fuegos, estos se extinguirán y el camino desaparecerá.
Estás perdido en la vida? Confundido, con miedo y desanimado? Te animas a aceptar el desafío de la vida aun cuando estás en la oscuridad y no puedes ver? Aprenderás cómo conquistarte a ti mismo y entonces ganar un fósforo? Este fósforo te dará la posibilidad de encender el fuego hacia el futuro. Podrás construir relaciones con otras personas? Ellas te dirán donde encontrar madera.
Construye tu voluntad. Encuentra un objetivo. Hazte amigos. No dejes que tu fuego se extinga. Si se extingue, tendrás que comenzar de nuevo.
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Artículo original:
The Kung Fu Mind(*) Por el Maestro Yang, Jwin Ming - YMAA News número 80, diciembre, 2006
(*)El término “kung fu” se utiliza en este caso, no refiriéndose a las artes marciales, sino al significado original del mismo, que literalmente podría traducirse como “desarrollo total” o “maestría”.