Creo que es muy difícil lograr ofrecerse al mundo así como uno es. Siempre estamos pensando en mejorar para luego, cuando logremos ser una versión superada de uno mismo, abrirnos al mundo, a las demás personas, a la vida sin restricciones.
Porque claro, aquellas partes de uno mismo que no nos gustan, no las queremos mostrar ni mucho menos ofrecer a nadie. Esa negación… que dolor que trae no? Nos da vergüenza ser así y no queremos saber nada con lidiar con eso. Entonces nos proponemos eliminar esa parte de nosotros, cambiarla, mejorarla y mientras tanto relegar todo, dejar todo en stand by, hasta que “eso” desaparezca.
Lo mas habitual que sucede es que “eso” no desaparece. Puede que cambie, pero aun cuando logremos mejorar, automáticamente aparecerá otra cosa que no queremos mostrar.
Considerar aceptarse a uno mismo tal cual es, es otra opción. Un camino distinto que en vez de plantearnos cambios y mejorar, nos plantea aceptación, comodidad con uno mismo, auto-observación y sobre todo amistad. Debemos hacernos amigos de que cada parte de uno mismo. Amigo de las cosas que no te gustan de ti, amigo de lo que te da vergüenza, amigo de lo que no puedes lograr.
Amigado con todas las partes, es mucho mas fácil abrirse al mundo, a las personas y a la vida. Así tal cual uno es, tan simple como eso (y tan difícil).
Abrir el corazón y ofrecer la luz propia para estar con otros y también para estar con uno mismo. Esa luz iluminará el propio camino y muchas veces, el de otros. Y cada vez que la mente te critique o te juzgue, no hay que prestarle tanta atención, porque querrás no ofrecerte más al nuevamente encontrarte con partes de ti que no te gustan.
Ofrecerse al mundo es unirse con el mundo. Sentir que el mundo te sostiene y que a la vez, lo llevas. Tu vida sigue al universo y el universo te sigue a ti, porque cuando te ofreces todo se te ofrece. Te abres al mundo y el mundo se abre para ti, se despliegan todas las posibilidades, todas las oportunidades están allí, las puedes tomar, las puedes concretar. Puedes colaborar en el fluir del universo y te das cuenta que eso que no te gusta de ti en realidad está bueno y tiene sentido y mucho mas de lo que tu piensas.
A través de la entrega todo cambia, todo mejora sin proponérselo. Abierto al mundo eres la mejor versión de ti mismo. Te vas a perder todo eso por una pequeña parte de ti que no te gusta? Por favor, no lo hagas. Hazte amigo de ti mismo en todas tus facetas y entrégate así nomás, al universo.