La meditación es una disciplina conocida por todos pero practicada por pocos. Es realmente difícil lograr la disciplina y perseverancia necesaria para incorporar la práctica a la agenda diaria, con lo cual la mayoría de las personas prueba y practica algunas veces y luego abandona. (Esto es común para toda práctica meditativa, como el tai chi y el yoga.)
Existe una gran diversidad de técnicas de meditación con diferentes orígenes, tanto en filosofías orientales como occidentales (u occidentalizadas). Cuando alguien me cuenta que medita siempre le pregunto qué técnica utiliza. La respuesta que mas recibo es “no se”.
Lo que sucede es que mucha gente se deja llevar por los beneficios prometidos de la técnica del momento y no indaga en su origen ni en la filosofía que la respalda, y como los beneficios no llegan rápidamente ni son mágicos, se desanima y abandona.
Toda práctica meditativa se debe poder llevar, con el tiempo, a la vida cotidiana. Eso no significa que estaremos meditando todo el tiempo ni entraremos en un estado de contemplación donde nada nos importa, sino que implica poder lograr lo que se logra meditando en los momentos que uno no está meditando.
¿Y qué se logra meditando? Mayor concentración en primer lugar, luego, atención al momento presente, frenar el flujo de pensamientos por breves instantes para poder atender el aquí y ahora.
Esto se logra a través de compromiso con la práctica. No nos podemos comprometer sin antes conocer y comprender. ¿Acaso te comprometerías a casarte con una persona que no conoces? Bueno, en algunas partes del mundo eso aun sucede… Para comprometerte con una práctica meditativa, ésta tiene que significar para ti más que una hora de clase semanal.
La meditación no puede ser ajena a tu vida. No resulta si es una actividad aislada, un refugio de todo lo malo y una desconexión total de la realidad que se te presenta. La meditación es lo que te ayudará a estar en esa realidad y seguir en armonía a pesar de las dificultades y a la vez, a vivir los momentos plenamente sin necesidad de llegar a la euforia o a la depresión completa para poder sentirlos.
Debemos dejar que la meditación impregne los demás componentes de nuestra vida, es así que la observación y la auto-observación se convierte en uno de los aspectos mas importantes de la práctica meditativa.
Si quieres aprender a meditar e incorporar esta práctica a tu vida, o si quieres comprender un poco más qué es la meditación, te invito al taller de técnicas de meditación… un taller en el que abrimos el abanico de posibilidades repasando una variedad de técnicas, sus orígenes, objetivos y beneficios y las llevamos a la práctica una a una, para que puedas experimentar y comprender y luego elegir cual llevar a tu vida.
Sino, te invito a que investigues y cuando asistas a una práctica, preguntes. Interésate por lo que haces. Suerte!