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17.4.07

Efectos preventivos del tai chi chuan sobre el sistema respiratorio

Resumen del artículo original publicado en la revista “Tai Chi Chuan – Revista de Artes y Estilos internos”.

Entre las enfermedades del sistema respiratorio tenemos las infecciones de las vías respiratorias, la traqueitis, el asma bronquial, la tuberculosis pulmonar, etc. Sin embargo, la más frecuente y que todos hemos padecido alguna vez en la vida es el resfriado común. El resfriado lleva aparejado congestión nasal, dolor de cabeza, dolor de garganta y fiebre; y puede provocar otitis, rinitis y neumonía.

Al reducir los riesgos de padecerlo también se están reduciendo las posibilidades de contraer una serie de enfermedades relacionadas con él. La práctica del tai chi chuan nos ayuda a fortalecer nuestras defensas y a prevenir el padecimiento de resfriados que pueden provocar las dolencias citadas.

Si practicamos con frecuencia deportes al aire libre, nuestro sistema inmunológico se fortalece notablemente, a la vez que adquirimos una mayor adaptabilidad a las variaciones de temperaturas externas. Ante la amenaza del frío los poros cutáneos se contraen y la red vascular superficial drena a la red vascular profunda, lo que mejora la regeneración celular, aumenta la prevención reactiva y mejora la regulación de la temperatura corporal. Debido a estos factores, las posibilidades de contraer un resfriado disminuyen.

La práctica habitual del tai chi chuan u otra actividad similar ayuda a mejorar la función pulmonar potenciando los músculos intercostales; impide la hipertrofia de las fibras musculares pulmonares con unos músculos fuertes y sanos y con una buena movilidad de la caja torácica; y ralentiza la calcificación de los cartílagos costales favoreciendo la actividad pulmonar. Por lo tanto mejora la función de intercambio de oxígeno. Una gran capacidad pulmonar es un signo externo del buen funcionamiento de los pulmones. Según los datos del Centro de Estudios de Medicina Deportiva de Beijing, de una muestra de población de individuos de unos cincuenta años que no practican el tai chi chuan, la capacidad pulmonar media era de 2.193 ml. Sin embargo en una muestra de similares características con practicantes habituales de tai chi chuan, la capacidad pulmonar media era de 2.525 ml.

El tai chi chuan no sólo hace aumentar la capacidad pulmonar, sino que debido a la utilización de una respiración profunda, mejora el intercambio de oxígeno en los alvéolos. Una persona normal tiene un promedio de 12 a 18 respiraciones por minuto, mientras que el de un practicante habitual es de 10 a 12. El oxígeno de cada inspiración no pasa totalmente a los alvéolos para ser intercambiado, hay 120 o 150 ml que se quedan en las vías respiratorias. Respirando menos veces se permite que los músculos puedan relajarse lo suficiente, se fatiguen menos y ayuden a mantener la función respiratoria más tiempo. Por eso a las personas mayores, después de las prácticas, no se les nota una respiración forzada.

El tai chi chuan se compone de movimientos suaves y flexibles que relajan todo el cuerpo, dilatan los capilares pulmonares, aumentan el riego sanguíneo y permiten una circulación fluida. Asimismo, se produce un mayor intercambio en los alvéolos y en la sangre, lo que mejora a su vez la elasticidad pulmonar y facilita una mayor absorción de secreciones infecciosas. De ahí los efectos medicinales del tai chi chuan para la neumonía, tuberculosis, pleuritis o pleuresía.

En la fisiología humana existen dos formas de respiración: torácica y abdominal. Normalmente ambas conviven. El tai chi chuan utiliza la respiración abdominal en la que el porcentaje de oxigenación es mayor que en la respiración torácica. Cuando la fluctuación muscular diafragmática transversal estira un centímetro, cada inspiración aumenta en 250 ml aproximadamente. La respiración abdominal se produce por los ascensos y descensos del diafragma, que hacen que la pared abdominal fluctúe. Así el consumo de oxígeno y calórico es menor.

Cuando se inicia la práctica del tai chi chuan uno no debe forzar la respiración abdominal, sino que tiene que respirar de la forma más natural posible. Nunca se debe contener la respiración, porque eso altera la actividad sanguínea. Por eso el practicante sólo debe armonizar la respiración abdominal con los movimientos una vez que domine todos los pasos del tai chi chuan.

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Artículo original publicado en la revista “Tai Chi Chuan – Revista de Artes y Estilos internos”
Escrito por Liang Puwan, acupuntor y terapeuta de medicina tradicional china, y profesor de tai chi chuan de los estilos Chen y Yang.
http://www.taichichuan.com.es/articulos/liang%20medicina.htm