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21.3.13

Las ondas de las emociones

Este artículo es continuación de este…

Las emociones como el miedo, la desesperanza, la culpa, el enojo se manifiestan energéticamente a través ondas largas. ¿Qué significa esto?

La longitud de onda de la energía electromagnética que circula por nuestro cuerpo, el Chi / Qi, nos dice exactamente como somos y como actuamos.  Las emociones de onda larga implican que la frecuencia vibratoria es baja. La frecuencia es la cantidad de repeticiones por unidad de tiempo: a mayor frecuencia, mayor energía.

Las emociones de longitud de onda corta son el amor, la felicidad, la paz, la esperanza, la compasión, la libertad, etc. Poseen mayor frecuencia vibratoria, por ende, elevan la frecuencia vibratoria de nuestro cuerpo aumentando nuestra energía.


Como vimos antes, los chinos representaron las ondas energéticas en el símbolo del yin y el yang, que a su vez nos habla de que todo lo que existe tiene sus facetas (arriba – abajo, positivo – negativo) que mutan constantemente de una a otra. El símbolo del yin y el yang es la representación de los constantes procesos de cambio que existen en todo el universo (ver mas sobre esto aquí…).

De esta manera, elevar la frecuencia vibratoria significa acortar los procesos de cambio, volverse flexible y acomodarse más rápidamente.


Longitud de onda larga à baja frecuencia vibratoria à procesos de cambios lentos y dolorosos.
Miedo, culpa, temor, ira, enojo, desesperanza, desconfianza, tristeza, desolación, soledad, preocupación, etc.

Longitud de onda corta à alta frecuencia vibratoria à procesos de cambio más cortos y naturales.
Amor, compasión, felicidad, alegría, esperanza, libertad, paz, calma mental, contención, confianza, etc.

Cuantas más emociones de onda corta vivimos y sentimos, más elevada será nuestra frecuencia vibratoria. También mas posibilidades de cambio y crecimiento tendremos ya que las ondas de las emociones atraviesan nuestro cuerpo e impactan, a nivel mas profundo, sobre el ADN, cambiando y alterando nuestras células. Una energía de frecuencia alta atraviesa el ADN muchas veces, eso corresponde al efecto que tiene el amor, la paz y la felicidad sobre nuestro cuerpo. La energía de baja frecuencia atraviesa las células muy pocas veces, es decir que el miedo, la culpa y el enojo no activan nuestro ADN y son emociones que no nos llevan hacia el cambio y la evolución sino hacia el estancamiento.