BUSCAR EN TAI CHI DEL PARQUE

22.2.13

No planificar…

O simplemente hacer lo que está en frente tuyo.

¿Cuántos días puedes vivir sin planificar absolutamente nada? Solamente ir haciendo lo que va apareciendo, sin pre-ocuparse (bien apropiada es esa palabra en este caso) de nada que no sea lo inminente.

Es una propuesta para comprobar la posibilidad de que vivir así sea mas fácil, menos estresante e incluso mas divertido y sorprendente.

¿Cómo se logra esto? Bueno, simplemente lo que debas hacer, vas y lo haces. Sin pensamientos respecto a si te gustaría o no hacerlo y sobre todo sin haberte organizado previamente para hacerlo. Es decir, suena el despertador y te levantas. Te vistes con lo que se te presenta primero, desayunas lo que está en frente tuyo, no tu desayuno de rutina, sino lo que ya está allí en tu heladera… y así sigues el día… sin pensarlo tanto todo.

Lo que sucederá es que la mente estructurada se pondrá a discutir con tu espontaneidad. Te dirá “no, por allí no… aquello no debes hacerlo, hazlo así”. Un montón de consideraciones que son simples pensamientos que buscan que te mantengas encerrado en tu mente y no libre y abierto al mundo real para que éste te sorprenda en cada momento.

La idea es dejar pasar esos pensamientos por unos días y dejar fluir absolutamente todo, sin intentar controlar nada. La verdad es que no controlamos nada, solamente tenemos una idea de control que surge de nuestra mente pero que no es real.

Entonces, dejando pasar los pensamientos, el día continúa siendo lo que va surgiendo. Haz lo que te acuerdes que debes hacer en cada momento, y si no recuerdas que era, no lo hagas. No planifiques lavar la ropa o ir al supermercado, hazlo solo si surge o ponte ropa sucia y come lo que haya.

Es un concepto difícil de explicar porque es abstracto. Si observamos lo que nos sucede cuando intentamos vivir así, nos damos cuenta que siempre estamos pensando en hacer algo distinto a lo que en realidad surge. Un ejemplo muy real es lo que nos sucede a las madres que nuestros hijos. En nuestra mente planificamos nuestro día y tenemos bastante definido lo que queremos hacer: trabajar, leer, estudiar, organizar la casa, etc., y de repente viene nuestra hija del colegio que no entendió la lección de matemáticas y debemos ponernos a estudiar con ella y ayudarla en su tarea.

Ayudarla en la tarea es lo que surge en el momento presente y es lo que nos toca hacer, pero en la mente estamos rumiando por lo que habíamos planificado y no podemos hacer. Creemos que existen muchos imprevistos que aparecen en nuestra vida cotidiana que nos impiden lograr lo que deseamos, pero que tal si esos imprevistos fueran la agenda del universo para nosotros? Mas bien, nuestra planificación e ideas son en realidad trabas que le ponemos a esta agenda mayor.

Hacer lo que está frente tuyo es delegar el control y tener confianza en que lo que va sucediendo y lo que va tocando hacer es lo que es y está bien. Es lo correcto y no bajo un punto de vista de bien o mal, sino que lo que está frente tuyo ya está sucediendo! lo que está en la mente, la planificación, no existe todavía.

Lo que está frente tuyo ya es parte de tu vida, de tu realidad. Lo que está en la mente… está solo en la mente! Es nuestra decisión, momento a momento, elegir a que prestarle atención.

Es mucho mas simple vivir de esa manera que vivir a través de una mente atiborrada de ideas y de planes. Y a la vez es bastante difícil lograr vivir así (aunque conozco personas a quienes les sale naturalmente).

La propuesta es establecer una “prueba piloto”: definir cuantos días podrías llevar a cado este experimento, uno, dos, tres, no importa cuantos sino comprometerse con eso y llevarlo adelante. Eso significa olvidarse de todo plan y organización previa, ceder el control, dejarse llevar y hacer lo que se presenta. Cada vez que aparece la mente, dejar pasar esos pensamiento y puedes decirte “estoy probando algo, ya vuelvo contigo en un par de días”.

Como en una pareja, le dices a tu mente que necesitas un tiempo para experimentar otras opciones! Bueno, quien tenga ganas de hacerlo, lo hace! No lo planifique!

Sin agenda, solo anda.

Agradezco a mi maestro zen Daniel Terragno Roshi que es quien hace que estas enseñanzas se presenten delante mío y ya no las pueda ignorar! Gassho.