Cuando surge una incomodidad la mente tiene la intención de irse fuera presente. Un feo olor, una situación difícil, un recuerdo no grato, un dolor, una frustración… incomodidades diarias en la vida de las personas que llevan a que la mente se vaya del momento presente.
La postura es incomoda y a veces dolorosa, los minutos pasan lentos y aburridos, un montón de pensamientos y emociones aparecen en el cuerpo, a veces es imposible dejarlos pasar. Debemos concentrarnos pero no nos sale. A través de cualquier técnica de meditación (o disciplina meditativa) aprendemos a estar presentes en medio de incomodidades. Cuando lo hacemos en grupo, nos conectamos también con los olores y los ruidos de los cuerpos de las otras personas, entre otras cosas, y son incomodidades que a veces parece que estuvieran a propósito en contra nuestra.
¿Acaso en la vida no nos imponemos incomodidades a diario? Zapatos de taco alto, ropa ajustada, corbata. Madrugar o acostarse demasiado tarde. Comer mucho, comer poco. Cada uno sabe a la propia incomodidad a la que se somete. Si lo hacemos a diario, ¿por qué no utilizarlo como herramienta de aprendizaje? De esta manera, cuando mas incomodidades lleguen, estaremos preparados para mantenernos en el momento presente de manera tranquila, en medio de las mismas.
Las verdaderas incomodidades están dentro de nosotros. Son nuestros propios pensamientos. Son aquellos sentimientos a los que nos aferramos y que nos causan sufrimiento. Son esos recuerdos que no queremos recordar, son esas emociones que no queremos sentir.
Al sentarnos a meditar, observamos las incomodidades y nos damos cuenta que no todo es incomodidad, no todo es dolor en la postura. Hay todo un cuerpo y solo una pequeña área de dolor. Hay todo una vida y algunos recuerdos dolorosos (a veces muchos). Aprendemos a no focalizar la atención totalmente en la incomodidad. Si, ésta está allí pero hay algo más, no solo lo incómodo.
Las incomodidades que surgen en la meditación, sea el dolor en la postura, los pensamientos, los olores o los ruidos, existen justamente para que aprendamos a estar con ellas.
Medita haciéndote amigo de tu incomodidad, así siempre estarás cómodo en tu momento presente.