En general las encuestas y reportes sobre el tema indican que prácticamente el 90% de las mujeres ha sufrido de síndrome pre-menstrual (SPM) en algún momento de su vida. Este síndrome se caracteriza por un variado espectro de síntomas físicos y anímicos que aparecen una semana antes de la menstruación y se resuelven hasta una semana después de ésta.
Lidiar con el SPM es un aspecto importante para la salud de la mujer. Es por ello que constantemente se realizan investigaciones respecto a cómo aliviar dichos síntomas. Los tratamientos farmacológicos son los más comunes e incluyen el uso de diversas drogas. Complementar estos tratamientos con métodos no farmacológicos, como el qi gong externo, es el eje de la presente investigación publicada en el “Journal of ALternative and Complementary Medicine” del ISCMR.
El qi gong médico es utilizado en la actualidad para complementar tratamientos tradicionales en relación a prevenir y curar enfermedades, mejorar la salud y mejorar la vitalidad general del paciente. Se divide en dos tipos: interno, aquel que se practica individualmente en busca de mejorar la propia salud y conseguir la armonía entre mente y cuerpo; y externo, aquel en el que un practicante emite qi (energía) hacia otra persona en función de liberar bloqueos energéticos en el cuerpo del la misma.
En esta investigación se trabajó con la emisión de qi hacia las mujeres participantes. A pesar de que esta terapia, sean sus mecanismo y/o efectos, no posee explicación según el paradigma de la medicina moderna, lo efectos en el cuerpo humano son más que aparentes en enfermedades tanto físicas como psicológicas.
Desde la perspectiva de la Medicina Tradicional China (base del qi gong) el SPM incluye síntomas que están asociados con el estancamiento de energía y sangre en el útero. Este estancamiento puede causar flujo irregular, dolor, desequilibrio interno y problemas en los meridianos. Es posible eliminar este bloqueo a través de la emisión de qi (energía) sobre el mismo.
Participaron en este estudio 36 mujeres jóvenes que padecían SPM y no habían recibido ningún tipo de tratamiento en los últimos seis meses. Entre los síntomas reportados se encontraban dolor, falta de concentración, retención de líquidos, cambios anímicos y sensación de negatividad. Se dividieron dos grupos de 18 personas, un grupo de qi gong y otro de placebo, sin saber quién pertenecía a cada grupo.
El grupo de qi gong recibió sesiones de emisión de qi durante 10 minutos a los 14 días, 7, 4 y el día previo a la menstruación durante 2 ciclos. El grupo de placebo también asistía a sesiones “falsas” de emisión de qi en las que el practicante de qi gong simulaba pero en realidad no realizaba ningún tipo de tratamiento. Esta metodología se utilizó para asegurar que los resultados de la investigación estuvieran lo más exentos posibles de alguna sugestión psicológica de las participantes. Para ambos grupos de trabajo con una maestra de qi gong con 8 años de práctica especializada en estos tratamientos.
Dentro de los resultados, que a partir de una línea base similar para ambos grupos, el de qi gong mejoró notablemente en algunos aspectos. En la evaluación general del SPM el grupo de qi gong mejoró en un 22% hacia el tercer ciclo. Sobre los síntomas reportados, la sensación de negatividad disminuyó así como también el dolor y la retención de líquidos para el grupo de qi gong. Ambos grupos reportaron mejorías en relación a los cambios de ánimo.
El factor más importante a considerar fue la disminución del dolor en el grupo de qi gong. Esto es consistente con estudios previos en los que se ha reportado que la terapia de qi gong mejora la oxigenación y disminuye la concentración de dióxido de carbono en la sangre. Esto permitiría la eliminación de sustancias generadoras de dolor como las toxinas. Esta terapia también ayudaría a la circulación de sustancias que alivian el dolor como las endorfinas.
Los resultados relacionados a la disminución en la retención de líquidos podrían estar asociados al equilibrio energético interno y a la liberación de los bloqueos en los meridianos.
La reducción general del 22% en los síntomas totales es en sí menor en relación a otras investigaciones realizadas sobre otras terapias complementarias. Las terapia cognitivas permitieron reducir los síntomas en un 44%, reflexología y masajes en un 58% y 46% respectivamente.
A pesar de que la terapia de qi gong externo mejora gradualmente los síntomas de SPM en comparación con el grupo placebo es necesaria mayor investigación sobre el tema y los efectos residuales que puede tener el tratamiento. Mediciones más objetivas con seguimientos personales de auto-reportes de las pacientes pueden ser útiles para ampliar estas investigaciones en el futuro.
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Artículo original:
“Effect of Qi Therapy (external qi gong) on Premenstrual Syndrome: a randomized placebo controlled study”
Hye-Sook Jang, R.N., Ph.D. & Myeong Soo Lee, Ph.D.
The Journal of Alternative And Complementary Medicine
Volume 10, Number 3, 2004, pp. 456–462
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