Todo proceso de
cambio que surge intencionalmente en una persona, como ser cambiar un hábito,
un impulso emocional, una muletilla al hablar, una rutina cotidiana, etc., se realiza
en 4 momentos que requieren mucha atención de parte de uno.
Pero antes es
necesario que surja una intención de cambio, sin esa intención inicial que
genera el movimiento, nada puede suceder y es el motivo por el cual muchos
cambios no se concretan o no duran. Si uno realmente-profundamente no lo desea,
no cambia.
Por eso no
cambiamos cuando nos lo piden (la pareja, la familia…). Cambiamos cuando queremos
y también cuando podemos, porque no es fácil y requiere entrenamiento.
El puntapié inicial: la intención de cambio
Nos damos cuenta
que algo no está del todo bien. Salimos del estado de no-consciencia y surge una
necesidad de algo diferente. Reconocemos a través del cuerpo y el pensamiento que podríamos
estar mejor de lo que estamos o que eso que hacemos quisiéramos no hacerlo más.
Una vez
reconocido el objeto de estudio (eso que queremos cambiar) y tomando atención sobre
ello, avanzamos en 4 momentos:
Momento 1: consciencia tardía
Seguimos haciendo
eso que queremos cambiar y nos damos cuenta una vez acontecido el hecho. Es el
primer paso hacia el cambio, darse cuenta de lo que uno ha hecho en tiempo
pasado. (Antes ni siquiera nos dábamos cuenta!).
Momento 2: consciencia en tiempo real pero
inevitabilidad
Nos damos cuenta
en el momento mismo que seguimos haciendo eso que queremos cambiar y aun con la
atención puesta en el hecho, no podemos evitar seguir con el mismo patrón de
siempre. Es normal, crear un nuevo patrón de acción lleva tiempo y esfuerzo.
Momento 3: consciencia en tiempo real y cambio
forzado
Esto sucede
cuando de manera consciente y consistente llevamos a cambo una acción distinta,
incluso auto-forzándonos para no hacer lo mismo de siempre (que es lo que surge
aun naturalmente). Este es un momento clave porque podemos elegir hacernos los
tontos y quedarnos en “es lo que me sale” sin hacer un real esfuerzo por
accionar diferente.
Momento 4: consciencia de cambio
Es cuando nos
damos cuenta que naturalmente hemos actuado diferente, sin esfuerzo. Es un
momento maravilloso en el que sentimos que hemos logrado el objetivo. Ahora, ojo!
la mente retrocede muy fácilmente si no mantenemos la atención presente.
Para esto, está
bueno tener herramientas que ayuden a entrenar la atención y a cambiar patrones
de conductas. No hace falta decir que la meditación es una de las herramientas
que mas ayudan en el cambio.