Soy una persona
feliz… pero a veces soy tan disciplinada que no muestro mucho lo que siento. En
pos de no irme a los extremos, me pierdo de varias cosas… En fin, estoy en el
camino, como todos. Nada me diferencia de usted que lee, yo también lidio con
una mente que por momentos me sofoca.
A través de la práctica
del zen, he aprendido mucho (no todo, no siempre) a ser. Y en algún momento de
comprensión, entendí que para compartir mi felicidad con otros simplemente debo
ser feliz, pero SER feliz, con mayúsculas. No es lo mismo ser feliz –así nomas–,
que SER FELIZ!!
Encarnar la emoción,
convertirse en la emoción, serla en todas y cada una de las propias células,
pelos, líquidos y secreciones del propio cuerpo. Serlos en la mente, en la
panza, en los intestinos, en la piel. Serlo en la risa, en el llanto, cuando
todo está bien y cuando bastante está mal.
Yo soy siempre
feliz. Incluso cuando lloro a raudales o me enojo, logro ver mas allá (a veces
mas pronto, otra veces tardo un poco) y encuentro la amplitud de mi vida, de mi
trabajo, de mi querida familia. Este es un logro que he conseguido hace
poquito!
Y también soy muy
agradecida por ser feliz.
Tengo la
posibilidad de escribir y llegar a mucha gente y compartir mi felicidad.
Agradezco a todos
los que leen, comparten, consultan y difunden!
Me encanta hacer
lo que hago y les doy la bienvenida a todos los que vienen a clases, sea a 1
clase o a muchas… los que me escriben y consultan, aunque no vengan a ninguna
actividad, me encanta responderles! Gracias a los que leen el blog y el face y
comparten mi visión de la vida…
Soy feliz con
este trabajo y quisiera compartir mi felicidad con todos!
Feliz fin de
semana! Feliz vida!