Cuando dejas de
buscar, el universo te encuentra...
La constante
búsqueda en la que nos embarcamos nos lleva siempre hacia afuera. ¿Hacia dónde
vamos? ¿A dónde queremos llegar?
Cuando buscamos,
la energía funciona como una antena emitiendo siempre una señal, la señal de búsqueda.
La energía sale del cuerpo intentando conectarse con algo… un algo que no
sabemos qué es ya que muchas veces no tenemos ni siquiera claro qué estamos
buscando.
Esta búsqueda constante
surge de la imposibilidad de quedarnos quietos, pues si nos quedamos quietos
nos encontramos y eso nos asusta terriblemente. Cuando nos quedamos quietos, no
solo nos encontramos con nosotros mismos sino que el universo nos encuentra.
En el constante
movimiento, la energía universal no tiene posibilidad de alcanzarnos. Estamos aquí,
estamos allá y luego mas allá. Estamos en el pasado, estamos en el futuro. El
todo universal intenta conectarse, pero no lo logra.
Como muchas otras
cosas, hemos entendido al revés. No somos nosotros los que debemos salir en
busca del todo / de dios / de la verdad suprema (cualquier nombre vale)… es el
todo el que nos alcanza cuando le damos la oportunidad. Porque nosotros somos
ese todo, nosotros somos dios, somos energía, somos amor.
Cuando nos
encontramos con nosotros mismos, la energía nos encuentra porque eso somos.
Es mucho mas
simple de lo que la mente cree. Quedarnos quietos, lo único necesario, en el aquí
y ahora. Todo lo demás, viene solo.