Conectemos con el
momento presente. Respiremos profundo y dejemos ir las tensiones hacia la
Tierra. Soltemos el control.
¡Cuánto trabajo
es pensar todo, todo el tiempo! Cuando lo que hacemos solo depende de la propia
mente la vida es agotadora. Armamos y desarmamos, percibimos, interpretamos, creamos,
soñamos y matamos, todo con la propia cabeza.
Qué linda es esa sensación
que surge cuando estamos ya cansados de pensarlo todo y dejamos que las cosas sucedan.
No nos importa nada porque ya no damos mas. Es ahí cuando dejamos que la mente
universal nos arregle las cosas.
Llegamos al
extremo del agotamiento para rendirnos. Pero puede no ser así. Podríamos dejar
todo a cargo de la mente universal mas seguido y pensarlo todo menos.
La mente
universal es como un conglomerado de creaciones presente-pasado-futuro
supercoherentes para la totalidad. Uno, individualmente y egoicamente (separado
del todo) no entiende, pero la mente universal lo tiene todo solucionado.
Y como podemos
dejar todo a cargo de la mente universal? Conectando con el momento presente. Fluyendo
con lo que ahí hay y volviendo a conectar cada vez. Descansando en
eso.
Es una acción voluntaria…
y está bueno rendirse mas seguido. Hace la vida mas fácil.