BUSCAR EN TAI CHI DEL PARQUE

10.10.14

Dar la vuelta y verse

Nunca vemos el lado oscuro de la Luna. La sincronización de los movimientos del universo ha hecho que desde la Tierra, solo podamos ver un solo lado de la Luna.



Eso mismo pasa con nosotros. No vemos nuestro lado oscuro.

Pretendemos alcanzar la luz solo a través de la luz. Debiéramos comprender que hay que iluminarlo todo, incluso aquello que no vemos. Hay que prender unas velas en el lado oscuro.

Toda práctica madura de cualquier disciplina nos lleva a darnos vuelta y a ver el propio lado oscuro. Dudo de aquel que nunca se ha encontrado con algo “espantoso” de sí mismo. Espantoso en el sentido de la sorpresa que surge al encontrarse con aquello que creemos que no somos.

“Yo no soy así”. Frase pronunciada en el mismo momento de acometer el acto que te hace así.
Es como decir “yo no grito”, gritando.

No necesariamente son rasgos negativos, violentos o depresivos de la personalidad. En el lado oscuro está todo aquello que hemos reprimido para no sufrir: los traumas, los dolores, las pérdidas.

Profundizar en la práctica es irse a dar un paseo por el lado oscuro. Verse en todo aquello que rechazamos de nosotros mismos. Practicar con eso y amigarse con el ser espantoso que uno es. Poder decir “yo también soy así”, “yo también tengo esto”. Y estar bien con eso.

Si la práctica no te lleva a este punto, es que todavía estás en comenzando. Estás haciendo una práctica que solo te sirve para regodearte sobre lo lindo y cómodo que es todo. Solo vives media vida: la bonita.

Y si en este momento te surgen un montón de frases para debatir mi punto: es que tu no eres malo, es que no eres oscuro, no te enojas, no odias, no eres insoportable en ningún momento, no tienes nada guardado, nunca estás triste, etc., bueno ahí está, eso que no crees que eres pero que te molestaría ser, es tu sombra! El lado oscuro que no quieres ver.


Les recomiendo, por último, este artículo: “Los riesgos de by-pass espiritual.”