De recientes
investigaciones sabemos que la base de la evolución es la auto-organización. No
existe una fuerza externa que dirige, lo hacemos nosotros mismos. A la vez, la evolución
no sucede de manera azarosa, la auto-organización que permite el movimiento no
es predeterminada pero sigue ciertas reglas básicas.
La auto-organización
se da siempre en las dimensiones del espacio-tiempo y a partir de información pre-existente.
Es creatividad vectorizada, un proceso de creación continuo cuya clave es la improvisación
en cada momento. Esto significa regresar al punto cero de atención pura y
accionar desde allí cada vez.
La idea de
espontaneidad creativa y el punto cero fue considerada por los chinos hace
milenios. La atención pura / completa es llamada wu-chi. Es la unión con lo ilimitado, sin forma - previo a la
forma. El lugar de donde surge lo creativo. Cuando está conectado en wu-chi, está en el Tao y la creatividad
sucede naturalmente.
El vacío, wu-chi, está simbolizado por un círculo. La plenitud, tai-chi, está simbolizado por el fractal
base de todo lo que existe: el símbolo yin y yang.
La creatividad es
considerada aquí con el máximo sentido de la palabra. Es la forma en que la
vida, de manera espontánea, crea mas vida, de manera inteligente, organizada y
sustentable. Todo en la naturaleza es un acto creativo.
En las artes
marciales chinas este es un concepto importante porque se utilizada el flujo de
la creatividad en la auto-defensa. El movimiento marcial es un fractal: quien
se sostiene en estado de auto-organización, vence, quien pierde la base de
auto-organización, es vencido.
Las aplicaciones políticas
y psicológicas del proceso creativo se ven reflejadas en el I Ching, libro de
las mutaciones. En el mismo se representan las situaciones creativas arquetípicas
posibles organizadas de manera fractal. Al comprender el I Ching comprendemos
las leyes del proceso creativo de la naturaleza y la vida: todo se replica a
distinta escala.
Resumen del artículo: “Fractals, Evolution and the
I Ching”