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23.1.13

Eterno momento presente

Transitamos un camino sin saber donde pisamos, miramos de a ratos hacia atrás, como si alguien nos estuviera siguiendo, afilamos la mirada hacia el horizonte, esperando que se achiquen las distancias, pero no sabemos si en ese momento estamos pisando una flor o un charco de agua sucia.

El pasado nos persigue, solo porque nosotros le pedimos que lo haga.
El futuro tarda en llegar, solo porque nosotros lo alejamos cada vez mas.
Y seguimos sin ver…

En esa caminata paranoica de atrás hacia adelante también nos perdemos el paisaje. Lo vemos sin mirarlo, como si fuera un cuadro al que somos totalmente ajenos. Alguien pinta las paredes que nos rodean y no tenemos ni idea que dicen esas pinturas. La velocidad con la que andamos nos impide ver alrededor claramente.

Nos podríamos detener, no?

Detenernos a mirar alrededor, a ver qué es lo que está sucediendo, quién es el que está pintando este momento. Nos daríamos cuenta que nosotros mismos pintamos los cuadros que nos rodean. Como si la mano se moviera independiente del cuerpo, la mente crea realidades independiente de su dueño. Un dueño que no presta atención.

Los paisajes alrededor son bellos: campos de flores con aromas intrigantes, cielos despejados con estrellas, lunas y soles, personas con sonrisas, momentos de felicidad.

Los paisajes alrededor son duros: océanos fríos de agua turbulenta, nubes de tormenta y remolinos, ojos con lagrimas que caen, momentos de dolor.

Ni unos ni otros logramos ver si no nos detenemos y observamos si estamos pintando una flor o un charco de agua sucia.

Y resulta que pintamos ambas cosas al mismo tiempo, porque la vida es eso: yin yang, una flor flotando en agua sucia.

Pero ahí estamos, esa es nuestra vida, ese paso que estamos dando. Y en el momento en que estamos completamente atentos a eso, el pasado deja de perseguirnos, el futuro está inmediatamente frente nuestro. Los tres juntos aquí y ahora son una sola cosa: pasadopresentefuturo.

Momento presente. Eterno y único, un paso sobre el charco donde flota la flor.